
El año pasado los fans de los Pistons y de la ciudad de Detroit sufrían un duro revés al conocer el fallecimiento de Bill Davidson, propietario de la franquicia en las últimas décadas, coincidiendo con los periodos de máximo esplendor del equipo con los dos Anillos de 1989 y 1990 y el más reciente en 2004. Tras su muerte, su viuda Karen se mostró dispuesta a vender el legado de su marido, una de las franquicias con más pedigrí de toda la NBA en una de las ciudades más importantes del país.
En los últimos tiempos se había hablado de varios posibles compradores de los Detroit Pistons (valorados por Forbes en 479 millones de dólares, una cifra que ha ido bajando debido a la crisis), pero no ha sido hasta hoy cuando parece haberse confirmado la identidad del nuevo dueño de la franquicia: Mike Ilitch, el dueño de la cadena de restaurantes Little Caesars, especialistas en pizzas y comida italiana.
Ilitch, de 81 años, es a su vez el propietario de los Detroit Red Wings de la NHL y de los Detroit Tigers de la MLB. Es decir, es una auténtica institución en la Ciudad del Motor, donde todo el mundo habla maravillas de él. Con la adquisición de los Pistons por parte de Ilitch, se asegura la continuidad de la franquicia en Detroit, algo que había quedado en entredicho cuando se barajaban otros posibles compradores. Incluso se llegó a especular con trasladar la franquicia a la poco baloncestística ciudad de Las Vegas, algo que no gustó entre los fans de los Pistons y del estado de Michigan, muy ligado tradicionalmente al mundo del basket.
Lo que falta por saber es si los Pistons tendrán o no un nuevo pabellón. Desde 1988 juegan en el Palace de Auburn Hills, un barrio de las afueras de Detroit. Por su parte, los aficionados de los Red Wings no ven con buenos ojos que su equipo de hockey -que juega en el vetusto Joe Louis Arena en el downtown- se traslade al extrarradio, por lo que está por ver si fructifica o no un proyecto de pabellón único para las dos franquicias.
En todo caso se trata de una buena noticia para los aficionados de los Pistons y de la NBA, que verán como una de las franquicias históricas de la liga se mantiene en su ciudad de (casi) siempre y acaba por fin con la incertidumbre de no tener dueño de cara a la próxima temporada.
