Película que sólo se sostiene por el carisma de un personaje, y los remordimientos de otro. La trama es facilona, forzando situaciones para encaminar el final hacia lo que quieren los guionistas. Cuando la oscuridad hace acto de presencia, la dirección pierde el norte. Pero el personaje de Riddick tiene tanto potencial, tanto fondo, que sostiene el largometraje por si sólo. Cada escena es absorbida por su capacidad física, o por la desconfianza hacia la humanidad que demuestra. Pero una cosa es importante para afrontar el visionado del film: no olvidarse que estamos ante un producto de serie B.
Mi Puntuación: 6