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"Pollo al Coca Cola", el pollo de Internet
Para M. del Romero Sánchez
Traemoshoy a estos fogones de la Señorita Pepis una receta que ha cobrado celebridaden Internet y que dada su facilidad y rapidez de ejecución merece el interés delos curiosos apresurados. Se trata, cómo no, del famoso “Pollo a la Coca Cola”,pero enriquecido en esta ocasión por un bonus que hará las delicias de grandesy pequeños.
Enefecto, para comenzar el proceso lo primero que necesitaremos es un pollotroceado, o medio pollo o un cuarto de pollo o el pollo que se juzgueconveniente según el número de comensales y su grado de necesidadfagocitatoria. Una vez salpimentados los trozos, los pasaremos por una sarténcon aceite para ‘sellar’ la carne hasta que pierda la crudeza de su crudo color(fig. 1). Poco antes de apartar el pollo del fuego —¡y ojo que aquí viene eltruquito!— lo flambearemos con una copita de ron… ¡No me dirán que tal añadidono casa bien con la posterior Coca Cola! Tan bien, tan bien, que perfectamentepodríamos cambiar el nombre de la receta y llamarla “Pollo al Cubata”, siejke hastase le podría complementar con una rodajita de limón para acrecentar el efecto .
Tras elsellado, depositamos el pollo descuartizado y sus jugos en una olla exprés orápida o ultrarrápida. En este momento es cuando hay que trastocar el dicho quereza “Donde tengas la olla no metas la polla” por “Donde tengas la olla mete elpollo”. Una vez dentro echaremos mano de la batería de ingredientes (fig. 2). Espolvorearemosprimero el contenido de una sopa de cebolla de sobre… ¡versátil producto que yahemos visto utilizar en otras propuestas!... y removeremos bien (fig. 3). Seguidamentele tocará el turno a un buen chorreón de kétchup, el suficiente como paracolmar dos cucharadas soperas (fig. 4). Removemos again. Para finalizar,verteremos una lata de Coca Cola normal, nada de Light ni de Zero, esa chispade la vida que en una de sus habituales boutades Rafael Alberti llamó “repugnantemejunje imperialista” (fig. 5). Y ya está. Cerramos la olla y la dejamos eltiempo necesario que indica el fabricante según su velocidad, tortuguera osupersónica… 10 minutillos en la nuestra contados desde el primer silbido.
Una veztranscurrida la cocción, destapamos, y dejamos un rato que reduzca la salsa sies necesario (fig. 6). Si tenemos mucha prisa podemos espesarla con una pizcade Maizena o un chorrito de nata líquida. Servimos, y armados con un buen panpara mojar sin denuedo (fig. 7), nos comemos el ex animalito y lo que leacompañe con la seguridad de que el siestorro que prosiga a la ingesta polleraestará lleno de sueños apacibles. .