Revista Cultura y Ocio

Plagios Literarios famosos : Camilo José Cela.

Publicado el 13 enero 2011 por Radgull
Cada cual es hijo de su padre y de su madre, y todos los que empezamos a escribir, sabemos que la diosa de la inspiración, en épocas nos abandona. Pero que ocurre cuando eres una figura de las letras consagrada, y tu agente, editorial, etc te exige un número de libros cada cierto tiempo; pues... que la picaresca del ser humano aparece. En esta sección vamos a recordar algunos de los plagios literarios más célebres, y no por tanto aceptados; todo lo contrario.
 Camilo José Cela (1916-2002) , el último premio Nóbel español, fue acusado de plagio en 1995. Mª del Carmen Formoso, la demandante, había presentado en 1994 su novela Carmen, Carmela, Carmiña, Fluorescencia, al premio Planeta, que fue finalmente otorgado a Cela por  La Cruz de San Andrés. La escritora sostuvo en su demanda -apoyada en un estudio realizado por varios catedráticos de institutos gallegos- que había  una serie de coincidencias de temas y argumentos, personajes, escenarios y hasta frases textuales, entre la novela ganadora y la suya. Para la demandante, la editorial le habría pasado su original a Cela para que lo mejorase o sacara de él inspiración para una novela.    Durante el par de años que tardó la  justicia en dar su veredicto, la polémica se enturbió en disputas laterales sobre el propio premio Planeta, cuya mala reputación -con sospechas muy fundadas de apaños en los fallos del jurado- es directamente proporcional a la cuantía del premio.  Durante el juicio, se puso en evidencia que Cela podría haber  tenido acceso a la obra de la demandandante, que existían coincidencias temáticas y argumentales muy importantes, pero el juez dictaminó (tras escuchar la opinión de varios peritos (profesores universitarios de literatura) que Cela no había plagiado. Su novela (aunque no se descarta en la sentencia que pueda provenir de la de Formoso) es una obra "autónoma", es decir "original". Si hubo imitación, ésta es superada por la calidad artística del premio nóbel. En la sentencia se aduce que don Camilo, en resumidas cuentas, nunca había necesitado ayuda para crear con anterioridad, y que es poco probable que hubiera olvidado su oficio, como para recurrir a la obra de una principiante. En otras plabras, hay indicios y  hay móvil, pero Cela era inocente porque un escritor en la cumbre del Mundo de las Letras (el campo social que describió Bourdieu en Las reglas del arte), no comete este tipo de fechorías. Un doble rasero que pone en evidencia las componendas extra-artísticas del  Parnaso de la novela. Los derechos de autor funcionan mejor cuando uno tienen una posición elevada, un palmarés, o una butaca mayúscula en la Academia. El escándalo supuso, en España, a casi setenta años de distancia de las polémicas entre Astrana Marín y J. Casares, una vuelta, a finales de siglo, al primer plano de la cuestión de la originalidad y la autenticidad de la obra literaria .

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