Llego la noche para la sexta temporada de Weeds, todos nos despedimos de la misma con un gran capitulo final que sin lugar a duda fue el mejor de los trece emitidos. Con pocos capítulos y con una historia que muta constantemente Weeds finalizo como siempre nos tiene acostumbrado pero como todo final, como toda despedida, afloran las lagrimas en el café, y el vació en el asado corporal y tan solo nos queda seguir esperando a la séptima como quien aguarda un amor desconfiado.
Terminó Weeds y estamos tristes.
Weeds se transformó capitulo tras capitulo, su trama se fue modificando hasta llegar a ser lo que es hoy: Un gran divague televisivo que atrae a fanáticos y desconcierta al humilde y lento seguidor. Pero alcanzo la sexta temporada, una temporada que no agradó demasiado, careció de capítulos memorables y que pareció estar siempre buscando algo que nunca encontró sin embargo, como todo equipo grande, supe ponerse de pie, inflar pecho y dejarnos una memorable season finale.
No funcionó el plan A, no se quiso el B y Nancy decidió por el plan C. Y dicho plan se llevo todos los aplausos del S06E13. Un no-lugar fue el escenario de este final, ahí se encontraban todos los personajes que queríamos ver (quizás faltó “El gran” Doug), toda la familia con el profesor mas la reaparición de Esteban Reyes y su secuaz Guillermo conformaron el elenco que vagaron por el aeropuerto.
Idas y vueltas, un avión que sale, narices que sangran, el vil metal escondido en almohadas, un niño psicópata que muestra que mas que un loco es un niño, un tío irresponsable que demuestra ser responsable, una MILF sin escapatoria, un mejicanito prepotente y toda una mini historia de 15 minutos que Weeds necesitaba. Todo junto y amontonado hizo que su creadora, Jenji Kohan (la cual podemos ver caminar por el aeropuerto al estilo hitchcock), pueda lamer sus propias mejillas sin pudor alguno y demostrar a sus pares que Weeds no esta muerto y que en silencio sigue siendo un grande que mezcla comedia y drama como ninguno.No quiero seguir apalabrando este final porque se merece ser visto, disfrutado y no comentado. Nancy, como siempre, es nuestra gran estrella, nuestra mama, nuestra amante (Edipo presente), nuestra compañera, el estandarte de Weeds, que nunca deja de agradarnos y siempre calentarnos aunque sus ojos demuestren tristeza o miedo (¿Psycho?)
Terminó Weeds y la droga ya no interesa.
Finales como este nos sirven a todos para contestarles a aquellos ingratos que cuestionan nuestra pasión por ver series, y sobre todo nos sirve también para darnos cuenta que en la vida nunca hay un “entre la espada y la pared” ya que siempre habrá un plan C que nos pueda salvar de la “muerte”.