Hoy nos hacemos eco de las críticas recibidas por el nuevo Plan de Pediatría del Gobierno del País Vasco, plan que pretende incrementar el número de niños que debe atender cada pediatra de esta comunidad autónoma. Las consecuencias parecen evidentes, la calidad de la atención a los más pequeños se verá mermada y no por la atención de los profesionales. En muchas comunidades pedir hora de visita al pediatra supone tener que esperar algunos días (a no ser que sea un caso de urgencia), aumentar el número de niños incrementará las listas.
Actualmente el cupo es de 899 niños por pediatra y con el nuevo Plan de Pediatría del Gobierno del País Vasco, se pretende alcanzar la cifra de 1.000 niños por pediatra. Ya hemos apuntado que en nuestra opinión la atención personal se vería mermada, y los profesionales del sector apuntan que el incremento afectaría de forma negativa a esta cuestión. Las sociedades científicas y los expertos en el tema recomiendan que el cupo sea de 800 niños, de este modo se evitaría que los pediatras dedicaran solamente 5 minutos a cada niño para poder satisfacer el cupo. Lo ideal es dedicar como mínimo 10 minutos.
Son muchas las asociaciones que han agradecido al Gobierno del País Vasco que asumiera que los niños deben ser atendidos exclusivamente por los pediatras, especialistas en el ámbito de la salud infantil, sin embargo, consideran que la medida que se adopta en el Plan de Pediatría es pésima y conlleva un deterioro asistencial. Posiblemente más de un lector estará de acuerdo en este punto, a los niños se les debe atender el tiempo necesario, esto no es una fábrica donde se plantean unas producciones en tiempo record.
Soluciones de este tipo no mejoran la calidad de atención y salud de los pequeños, el colectivo de pediatras indica que este tipo de soluciones temporales y de urgencia incrementan la preocupación del sector, ya que no se ha realizado un estudio y una planificación adecuada de la medida. Parches a corto plazo que no traen más que problemas, ¿qué hay crisis en el sistema sanitario y su sostenibilidad está en riesgo?, es posible, pero hay que buscar soluciones coherentes no parches a corto plazo que actúan como una bola de nieve.
A través de la publicación digital El Mundo podemos saber que los pediatras creen que el camino más adecuado es ampliar el número de plazas MIR (Médicos Internos Residentes) de esta especialidad, el número de hospitales y los centros de salud acreditados, pero como hemos dicho antes, estas medidas son complicadas por la crisis. No nos extraña que los profesionales terminen recurriendo a la búsqueda de trabajo en otros países donde el sistema sanitario posee otra estructura y además están mejor pagados.
La calidad asistencial puede deprimirse por los motivos citados, y esto es algo que cualquiera podría deducir, medidas como la que se han propuesto en el nuevo Plan de Pediatría del Gobierno del País Vasco dejan mucho que desear y parecen obviar que lo importante es una buena atención para un acertado diagnóstico de las enfermedades y un tratamiento adecuado. Podríamos comparar la situación que posiblemente se va a generar, con lo que ocurre en verano, la peor época para que un niño enferme.
Foto | Gov/Ba