Revista Coaching

Plan para afrontar la pérdida de un empleo

Por Lauritapurple @lauritapurple
Acabas de quedarte sin trabajo y por desgracia es algo muy común hoy en día. No obstante, por muchas personas que conozcas que estén en la misma situación, no significa que no vaya a ser doloroso si te ocurre a ti. Comentarios del estilo "Si, ahora están echando a mucha gente. No eres el único.", no alivian para nada la procesión que llevas por dentro.
Con la pérdida de ese empleo se van por la borda meses o años de rutinas que hasta ahora tenías muy asimiladas y seguramente ahora mismo te encuentres algo confuso.
Yo me encuentro en esa situación desde hace apenas 5 días y no diré ni "por suerte" ni "por desgracia" porque pretendo sacar algo positivo de todo esto manteniendo los pies en la tierra. Es por ello que quiero compartir contigo cuál ha sido mi plan para afrontar la pérdida de mi empleo - Tuitéalo
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Desahógate


Cuando te dan la noticia, te quedas helado.
Sea por el motivo que sea, seguramente no te lo esperabas y el shock no te deje pensar en otra cosa más que en salir corriendo de ahí. Si te despiden, seguramente te vayas de allí ese mismo momento, pero si te dicen que no te renovarán, tendrás que seguir trabajando con ellos al menos dos semanas.
Esto es positivo en el sentido de que te dejan tiempo para digerir lo ocurrido y les comentes lo que opinas de la situación.
Aunque cuando llegues a casa puedas desahogarte, no te vayas de allí sin decirles lo que opinas de cualquier cosa que te venga a la cabeza. Si no estás de acuerdo con los motivos por los que has perdido el trabajo, ahora o nunca, díselo. Probablemente no haya nada que hacer al respecto porque estas decisiones están tomadas con mucha antelación, pero nunca se sabe.

La despedida


Esas personas con las que llevas tanto tiempo trabajando tienen derecho a saberlo, aunque mi propia experiencia dice que no.
No te sientes con fuerzas ni ganas de decirles a tus compañeros que en pocos días ya no estarás ahí porque sabes que empezarán a lloverte preguntas a las que no te apetecerá responder.
¿Cómo? ¿Cuando? ¿Por qué? y el temidísimo... ¿Y ahora qué?
Haz lo que te apetezca hacer porque el principal afectado eres tú y ellos, los que se quedan, tienen que entender como te puedes sentir.

El papeleo


Antes de salir por la puerta de tu empresa para no volver, asegúrate de que tienes toda la documentación necesaria que te pueda evitar dolores de cabeza a la hora de solicitar la prestación por desempleo. Haz todas las preguntas que se te ocurran al responsable de RRHH.
Una vez salgas de allí, empezará tu nueva vida. Has de estar preparado y no sufrir ningún contratiempo.
Pide cita cuánto antes a la oficina del INEM que te corresponda porque si te presentas allí te dirán que solicites cita y vuelvas entonces. Sólo dispondrás de 15 días para solicitar el paro.

...¿Y ahora qué?


Esta es la pregunta que seguramente te harás cuando te despiertes al día siguiente y no tengas que ir a trabajar.
Ahora es el momento de decidir que camino quieres tomar.
Si quieres seguir por el camino en el que estabas, actualiza tu currículum, entra en todos los portales de solicitud de empleo y visita ETT's. Cuántos más currículums eches, más probabilidades tendrás de que te llamen para una entrevista. No te asustes cuando veas la cantidad de inscritos que hay. Intenta hacer atractivo tu currículum para que la empresa se fije en ti.
Si no quieres seguir por el camino en el que estabas, entonces dame la mano. Es el momento del ataque, de poner en marcha todas esas películas mentales que llevabas tanto tiempo formando en tu cabeza. ¿Quieres estudiar algo? Investiga. ¿Te gustaría cambiar de sector? Prepárate porque vienen curvas.
Si ya de por sí es difícil encontrar un trabajo, imagínate si encima tienes que cambiar de sector. Da pereza sólo de pensarlo pero oye, estamos estás en paro y puedes aprovechar para hacer nuevos contactos por la red, hacer ese máster que tanto tiempo llevabas mirando por internet o incluso hacer un ciclo. Es difícil, pero no imposible. Trabajando duro es cuando vienen las recompensas y ahora, con todo el tiempo del mundo, puedes enfrentarte a ello. Si económicamente no estás para dar palmas, hay un montón de cursos que están subvencionados para desempleados. Muévete y busca porque seguro que encuentras algo que se adapte a ti.

Establece nuevas rutinas


En mi opinión, lo más duro de quedarte sin trabajo es volver a crear las rutinas que se acaban de romper. Si los cambios te afectan mucho, intenta mantenerte ocupado.
Levántate pronto, echa currículums o busca cursos que quieras hacer, haz deporte, sal a dar algún paseo que te sirva de inspiración, etc.
Estar en paro no significa parar. Estar en paro significa evolucionar, y esto puede ser así sólo si tu quieres.- Tuitéalo
Si te han gustado estos consejos y crees que le pueden servir a alguien que se encuentre en la misma situación, ¡no dudes en compartirlo!

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