Revista Ciencia

Planeando la exploración de Vesta y 3

Por Marathon
En la órbita de exploración se prevé una duración de 6 revoluciones o cerca de 17 días. Permaneciendo la mayoría de las veces en el lado diurno, Dawn llenará su memoria con imágenes y espectros. Para la mayoría de la otra mitad de cada órbita, mientras viaja por el lado de la noche, la nave transmitirá los valiosos datos a través de su antena principal para los ansiosos científicos y todos los demás aficionados del cosmos que residimos de la Tierra. (Incluso, cuando la superficie que esté por debajo de la nave se encuentre en la oscuridad, Dawn estará lo suficientemente alta permaneciendo bajo la luz del sol, por lo que sus paneles solares seguirán abasteciendo a la nave de energía eléctrica). Hay tanto que ver en Vesta, y los instrumentos generan tantos datos, que la simple estrategia de llenar la memoria en el lado diurno y vaciarla en el lado nocturno sería demasiado limitante. Por lo tanto, en la mitad de su segunda, cuarta y quinta sobre el lado iluminado por el sol, Dawn detendrá su recogida de datos y transmitirá durante unas horas algunas de sus observaciones a la Tierra, dejando más espacio para sus mediciones posteriores.
Debido a que el programa de actividades durante la permanencia en Vesta es muy completo, y todo tiene que ser planeado en detalle mucho antes de que llegue Dawn, el proyecto necesita planes que sean robustos ante los inevitables problemas, tanto grandes como pequeños, que suelen suceder en estos complejos viajes. Si bien todas las observaciones en la órbita de exploración son de interés, muchas más están programadas para cumplir con los objetivos científicos. Por lo tanto, aunque algunas se pierden debido a fallos en los sistemas de la nave espacial o en la Tierra, la misión continuará. Obteniendo mediciones muy ricas, no hay ninguna intención de repetir las que se pierdan.
Planeando la exploración de Vesta y 3Dawn en órbita alrededor de Vesta, a mediados de 2011. Crédito: NASA
Después de que haya completado su exploración de Vesta, Dawn encenderá de nuevo sus motores describiendo una espiral hasta su órbita científica próxima para tener una visión aún más cercana.
Mientras tanto, ya que la nave sigue impulsándose hacia su destino, viajando más lejos y más tiempo que nunca, pasará tres momentos importantes en su viaje el próximo mes.
El 23 de junio, Dawn habrá permanecido en vuelo 1000 días. Sin duda los lectores podrán disfrutar de un minuto (por lo menos, para los que leen 61000 palabras por minuto) para volver a leer todos los registros desde su lanzamiento y recordar algo de lo ocurrido hasta entonces en la misión. Si bien gran parte ya se ha logrado, las grandes recompensas todavía quedan delante, mientras Dawn se impulsa en las profundidades del cinturón de asteroides, donde explorará nuevos mundos lejanos.
Planeando la exploración de Vesta y 3La sonda Dawn y son enormes paneles solares que le permiten obtener energía para su propulsión a distancias superiores a las de Marte
El 3 de junio, Dawn estará exactamente al doble distancia del Sol que la Tierra. Por supuesto, la distancia entre nuestro planeta y el Sol no tiene importancia para la nave espacial, pues sigue su propio e independiente camino a través del sistema solar. Sin embargo, una de esas ocasiones pueden proporcionará a algunos lectores terrestres otra oportunidad para reflexionar sobre la naturaleza de este viaje. El viaje de Dawn no es simplemente lel viaje de un robot en el espacio. Aunque en sentido estricto, la nave está navegando los océanos cósmico por su cuenta, este viaje implica mucho más. Esta misión representa una expedición para los seres humanos de forma que nuestro confinamiento físico en la Tierra permite que sea superado por una sonda que nos permite una incesante búsqueda de conocimiento cada vez más lejos en una aventura noble y grandiosa.
Dawn está ahora a 1,96 UA (293 millones de kilómetros) de la Tierra, o 760 veces más lejos que la Luna y 1,93 veces más lejos del Sol. Las señales de radio, que viajan al límite universal de la velocidad de la luz, tardan 33 minutos en ir y volver.
Autor Dr. Marc D. Rayman 27 de mayo 2010
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Fuente original
Publicado en Odisea cósmica¡Suscríbete Ya!

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