Revista Ciencia
Tanto en exterior como en ínte rior nos podemos encontrar con estos dos géneros que prefieren temperaturas medias y sustratos húmedos, algo que conseguiremos dando un riego diario.
El Beloperone guttata destaca por al belleza de sus inflorescencias, compuestas por hojas modificadas, hojas que se transforman no pareciéndose nada a las hojas verdaderas, que van pasando del verde al naranja o amarillo a medida que se acerca el momento de la floración, asomando entre estas hojas aparece lo que es el verdadero órgano femenino, la flor.
Esta es de color blanquecino y por desgracia tiene una vida muy efímera.
Acompañando a esta maravillosa maceta de flor, nos encontramos con otra también exuberante por su follaje, penachos variegados que parten desde el suelo, estamos hablando del Acorus gramíneas.
Es difícil que veamos flores y frutos en ejemplares cultivados, ya que únicamente los emite cuando se encuentra en su estado más natural. La humedad ambiental y del sustrato hace que esta planta se desarrolle con mayor vigorosidad, creando una masa verde de infinita belleza. Esta ornamental de hoja la podemos emplear en borduras de estanques sin ningún problema ya que la proximidad de agua le encanta.