En todo el mundo, cada vez es más común el uso y abuso de ciertos medicamentos; sobre todo de aquellos para bajar la fiebre, reducir los dolores, disminuir los procesos inflamatorios, ya que son los principales síntomas que molestan a las personas, o que las asustan.
Entre ellos, los más conocidos son el paracetamol y el ibuprofeno, los cuales son baratos y de fácil acceso e incluso muchos médicos los recetan absolutamente para todo, hasta he visto gente que podría decirse sufre de una relación de dependencia con estos fármacos.
Lo peor es que estos síntomas, son indicativos de que nuestro cuerpo se esta curando, el elevamiento de la temperatura es un proceso natural para curarnos. La fiebre, ya se sabe, indica la reacción positiva del sistema inmunológico en su lucha contra los microbios que causan enfermedades.
Y bajar la fiebre, sólo por bajarla, no es nada beneficioso para esa lucha natural de nuestro cuerpo. Las inflamaciones son, nada menos, que otra reacción benéfica del organismo – cuando hay una lesión, el cuerpo envía liquido linfático a la zona afectada, para así aumentar el número de glóbulos blancos, los guerreros de nuestra salud.
Reducir la inflamación con un químico puede incluso disminuir la molestia en la región pero no colabora en nada con la curación. Sólo el descanso, la buena alimentación e hidratación, el uso de algunas hierbas ya consagradas hace milenios, son más que suficientes para ayudar en el proceso de curación.
Para aquellos que desean acelerar el proceso hoy les traigo información sobre plantas que pueden ayudar en el proceso pero sin entorpecer los procesos de sanación de nuestro cuerpo.
Jengibre.
Varios estudios realizados en la Universidad de Odense, en Dinamarca, apuntan que el jengibre (Zinziber officinale) tiene efectos anti-inflamatorios incluso superiores a los del ibuprofeno, uno de los fármacos no esteroide más usados.
En otro estudio se vio que el tratamiento luego de una cirugia dental el Jengibre fue tan efectivo como el ibuprofeno en el tratamiento del dolor. (https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5356382/)
El jengibre es antibiótico, anti-inflamatorio, calma el sistema digestivo, es eficaz en el control de náuseas y vómitos, calma el dolor de cabeza y la migraña, estimula el sistema inmunológico, protege el colon contra las lesiones cancerosas, ayuda en los procesos de desintoxicación alimentaria, alivia el dolor de la artritis, la osteoporosis y el músculo, alivia los síntomas de inflamación, protege contra la formación de úlceras estomacales y su uso es beneficioso en el combate de las enfermedades arterias coronarias.
Cúrcuma.
La cúrcuma se utiliza desde hace 4 mil años y se sabe que posee propiedades anti-tumorales, antioxidantes, antiartríticas, anti-inflamatorias, antivirales, antibacterianas, antifúngicas. “La cúrcuma tiene potencial contra diversas enfermedades como la diabetes, alergias, artritis, mal de Alzheimer y muchas otras enfermedades crónicas”, según una publicación del Advanced Experimental Medical Biology (2007).
Sauce blanco.
En el sauce blanco (Salix alba) se utiliza su corteza como analgésico, antiinflamatorio, antipirético, anticoagulante, calmante, astringente y desintoxicante.
Se utiliza comúnmente en los tratamientos de dolor de cabeza y migraña, de hecho a partir del sauce blanco se sintetizo la aspirina o ácido acetilsalicílico.
También se usa en dolores menstruales, ciática, fibromialgia, dolores musculares y reumáticos o como sedante natural porque su té promueve el sueño.
En uso tópico, se utiliza para tratar callos y verrugas, quemaduras y heridas, infecciones de la piel, infecciones bucales, inflamación de la garganta.
Tiene un efecto similar a la aspirina en casos de fiebre gripal, sin causar rechazo estomacal. Estos son sólo algunos de los usos del sauce, cuyo principio activo es la salicilina.
Uñas de gato.
Es un potente antiinflamatorio, eficaz para tejidos y terminaciones nerviosas, descongestionantes, bactericida, antimutagénico y citostático útil en los tratamientos de tumores cancerígenos, desintoxicante renal e intestinal, promueve la curación en casos de diverticulitis, colitis, hemorroides, fístulas, gastritis y úlceras.
Cura parasitosis, desequilibrios de la flora intestinal y enfermedad de Crohn. Alivia las alergias químicas y al polen, bronquitis y asma.
Como antiviral, ya demostró su eficacia en herpes genital, herpes zóster y sida. Inhibe la coagulación y estimula el sistema inmunológico.
La uña de gato medicinal pertenece a dos especies, Uncaria tomentosa y Uncaria guianensis, trepadoras leñosas de ocurrencia en la selva amazónica y otras áreas tropicales de América del Sur y Central.
Estos son medicamentos muy usados en América Latina, en comunidades indígenas y campesinas. Uncaria guianensis también presenta un efecto anti-tumoral. Es importante que no se confunda con la planta ornamental Ficus pumila también llamada de la uña de gato, que es tóxica.
Boswellia.
Esta planta es un potente antiinflamatorio y muchos estudios demuestran su eficacia en comparación con los antiinflamatorios no esteroides, como el ibuprofeno.
La boswellia se ha utilizado eficazmente en casos de artritis reumatoide, asma, alergias, colitis ulcerativa, enfermedad de Crohn, hinchazón de las articulaciones y rigidez matinal en los ancianos, inhibición de las células cancerosas, incluso se ha combinado el extracto de esta planta con cúrcuma para tratar efectivamente la artritis de rodilla (https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/29622343).
Actualmente existen varios medicamentos comerciales sobre todo contra la artritis realizados con extractos de esta planta.
Pimientos o Chiles.
El principio activo curativo de los pimientos o chiles (Capsicum spp.) es la capsaicina, una resina aceitosa con una poderosa acción analgésica.
La capsaicina tiene el poder de inhibir la liberación del principal neurotransmisor de los estímulos de dolor, consecuentemente, bloquea su transmisión.
El uso de estos pimientos aumenta la liberación de endorfinas por la glándula pituitaria y el hipotálamo. También es eficaz en la reducción de los niveles de lípidos en la sangre y ayuda a mantener equilibrado los niveles de azúcar.
Los chiles también ayudan en la reparación y reconstitución de los tejidos dañados, mejoran las funciones estomacales e intestinales y colaboran en la prevención de varias formas de cáncer.
También promueven pérdida de peso ya que tienen la capacidad de elevar la tasa metabólica del organismo.
Se pueden utilizar tópicamente para aliviar el dolor de las neuropatías diabéticas, la osteoartritis y la psoriasis.
Una forma simple de usar las propiedades de estos pequeños picantes es la pimienta de cayena, ya que es hecha a partir de pequeños ajies molidos y estos tienen mucha capsaicina.
Existen muchas más plantas usadas y conocidas por el hombre desde hace milenios para curar, que son una excelente y saludable opción.
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