Todos sabemos que nuestras acciones tienen consecuencias. Y lo sabemos, porque vemos los resultados físicamente. Sin embargo, los efectos que acarrean los pensamientos, aunque también son palpables y pueden hacernos hasta enfermar, los dejamos en la trastienda de nuestros recuerdos y vivencias… No les queremos dar la importancia que tienen.Que lo que pensamos se convierte en una realidad, no es una creencia mágica. Nuestra capacidad mental es amplia. La plasticidad que tienen nuestras neuronas, se sigue investigando cada día. Todo lo que aprendes, todo lo que experimentas, todo lo que piensas y sientes, deja huella en tu cerebro.No hay límites en tu mente. Solo los que tú te pones. Si eres curioso y si deseas conocer cosas nuevas, cada vez tu plasticidad neuronal será mayor. Si por el contrario, te estancas en unas ideas o pensamientos, la mente se vuelve también pequeña.La imaginación, la curiosidad y la acción, son ingredientes fundamentales para que tu cerebro esté en marcha, tengas la edad que tengas. No es tarde… Aunque nunca lo hayas ejercitado, aunque te creas un negado para algunos temas... Si realmente tienes motivación y empeño, puedes aprender y hacer lo que te propongas. Aunque nunca hayas estudiado una carrera científica, si mantienes la curiosidad y las ganas de aprender, y no te asusta aquello que aún no tiene una explicación lógica, ya eres un científico.Hoy te animo a que cojas ese libro que hace tiempo deseas leer, que busques en internet ese tema que tanto te apasiona o que rememores tu etapa del colegio recordando las asignaturas de esa época.No creas que por llegar a una edad, ya no puedes aprender más. No es cierto. No pienses que porque nunca lo has hecho, no vas a ser capaz de hacerlo. No es verdad.En ocasiones, observo gente a mi alrededor, que han decidido que ya son viejas para todo. Y es curioso, porque algunas de estas personas tienen menos de 40 años. ¿Mayor para estudiar? Nunca se es mayor para aprender y modificar nuestra percepción del entorno. Cuando decidas que ya eres demasiado mayor, habrás comenzado el camino hacia la perdida de esa capacidad neuronal que posees.Si tienes hijos o sobrinos, estudia con ellos. Lee con ellos. Trasmíteles tu entusiasmo por el aprendizaje. Juega también con ellos. Jugando también se aprende. De hecho, posiblemente sea la mejor manera de hacerlo. Escucha ¿Lo oyes? Es tu mente en funcionamiento.Atrévete a aprender. Atrévete a soñar y a jugar.Este es el momento.