Platos fuertes literarios para el otoño

Arturo Pérez Reverte publica nueva novela este otoño.Imagen del escritor extraída de la web de Alfaguara.
La actualidad inmediata es algo inherente a algunas publicaciones ensayísticas y políticas, y a nadie se le escapa que ahora estamos viviendo un momento de cambio, no se sabe muy bien de qué, pero sí que está ahí.
Después de la pausa veraniega, las editoriales calientan motores para lanzar al mercado sus propuestas.
En el terreno ficticio, Pérez Reverte presenta la siguiente entrega del capitán Alatriste: “El punto de los asesinos” con Alfaguara. El argumento: Francisco de Quevedo le encarga viajar a Italia para llevar a cabo un cometido sumamente importante para la Corona española.
Otro nombre que pega fuerte últimamente es Pablo Coelho. El autor de “El alquimista” presenta ahora “Aleph”, con Planeta. “Una historia de amor que trasciende los siglos y el placer” que “permite al lector tener una experiencia intensa y enriquecedora”, han calificado en otros sitios con estas palabras el nuevo trabajo del autor brasileño.
Y quien tanto ha dado qué hablar estos últimos meses no es otro que Stéphane Hessel, a quien pertecene “Indignaos”, palabras arrojadizas contra la situación precaria socioeconómica actual, y que ha dado nombre en los medios a todo lo referente al movimiento 15M como los “indignados”. Este hombre, que sufrió en sus propias carnes los horrores de la Segunda Guerra Mundial, ofrece ahora, a sus 93 años, “Mi baile con el siglo”, sus memorias.
El tirón de “Indignaos” ha propiciado un mayor interés por publicar libros que sigan este estilo. Otro ejemplo es “Underground”, de Julian Assange, la historia de los inicios del fundador de Wikileaks en el ciberactivismo.
“Razones para la rebeldía”, por Ediciones Península, es lo que lleva por título la obra del actor Willie Toledo, y “España bloqueada” las palabras de Jordi Sevilla en forma de ensayo, donde el ex ministro pide al próximo presidente que cambie la manera de hacer política.
Es evidente que el tirón de lo ocurrido en las calles y plazas españolas no ha dejado indiferente a nadie, sea para sacar un beneficio económico o para explayarse dejando constancia de la opinión de cada uno.