Revista Cultura y Ocio

Playa de las Cuevas del Mar, capricho pétreo del Cantábrico

Por @asturiasvalenci Marian Ramos @asturiasvalenci

Eres tan terrible y tan calmo con tu mirada azul Cantábrico, que has modelado una belleza pétrea asturiana a tus pies, la playa de las Cuevas del Mar. Playa de las Cuevas del Mar, capricho pétreo del CantábricoSe recortan en los acantilados las figuras de unas vacas que tú, Cantábrico las arrullas al pastar. 

Y allí, entre verdes intensos y azules profundos, te abres en un abismo enloquecedor que atrapas miradas, corazones y cuerpos ateridos debido al frío contacto con tus aguas. Cantábrico bravío que has ido acariciando la roca durante siglos y las has moldeado a tu gusto y capricho.Hueles y sabes a sal… Vistes de gotas de espuma la piel del curioso que se acerca a tu vera para conocerte mejor.Has creado un paraíso demasiado idílico para todos aquellos que acuden a ti sin ninguna convicción.

Playa de las Cuevas del Mar, capricho pétreo del Cantábrico
Pastos, acantilados, playas, calas, arena, bruma, calor, viento o lluvia…Quién sabe lo que nos puede sorprender cuando paseamos por el sendero costero y vamos girando por donde la naturaleza nos lleva. Porque si no nos detenemos, el paisaje nos acompañará mostrando miles de matices diferentes.La playa de las Cuevas del Mar es el descanso del Cantábrico. Un mar agotado de combatir desde sus profundidades y que acude a reposar y buscar cobijo en su lecho arenoso y en sus cuevas casi eternas.Unas esculturas pétreas que solo podremos ver y disfrutar cuando el mar haya dejado de acariciarlas con su sal y espuma.
Playa de las Cuevas del Mar, capricho pétreo del Cantábrico
Las Cuevas del Mar es una playa tapizada de verde y vestida con piedra que nos resulta muy misteriosa cuando el mar la abraza y nos sorprende cuando el Cantábrico la deja a su libre albedrío durante unas horas.Prestamos mucha atención porque, cuando sube la marea, desde las cuevas se escucha el rugido del agua que va entrando sigilosamente a veces…otras, no tanto.Y de pronto, en algunos minutos, las cuevas y la arena han sido absorbidas por la mar. Ya no existe playa ni escultura, solo una especie de piscina natural encajonada entre montañas y con una pequeña franja de arena.Entonces, es el momento para pasear y conocer el entorno virgen en el que nos encontramos. Cogemos un pequeño sendero que sale a la izquierda del aparcamiento de la playa Cuevas del Mar y que va ascendiendo por la montaña. Este camino nos lleva a una pequeña cala escondida y hacia la playa de Villanueva.
Playa de las Cuevas del Mar, capricho pétreo del Cantábrico
Pero lo que realmente merece la pena es el recorrido pausado pisando el mullido de los pastos. Vamos jugando con el sendero que nos marca curvas y pendientes para ofrecernos diferentes perspectivas de la montaña y el mar. Porque aquí, donde termina una, comienza el otro.Un balneario verde que nos predispone a la holganza y la contemplación. A sentarse casi al borde del inquietante acantilado para dejarse llevar por la brisa del mar o de las figuras de las traviesas gaviotas.
Playa de las Cuevas del Mar, capricho pétreo del Cantábrico
Tan solo por las vistas panorámicas que nos ofrece este sendero merece la pena llegar hasta su punto más alto para poder contemplar la pequeña cala y el horizonte costero.
Playa de las Cuevas del Mar, capricho pétreo del Cantábrico
Observamos la silueta rugosa de la costa asturiana tan inquieta y escurridiza que odia el juego rectilíneo de otras largas playas de arena. Belleza salvaje que enamora.
Playa de las Cuevas del Mar, capricho pétreo del Cantábrico
Volvemos a la playa de las Cuevas del Mar cuando su amo, el Cantábrico, nos deja verla en todo su esplendor natural.
Playa de las Cuevas del Mar, capricho pétreo del Cantábrico
Un balneario de azul intenso y de frías aguas que nos dejan el cuerpo ‘flotando’ cuando las abandonamos. Como si se elevaray te dejara…
Playa de las Cuevas del Mar, capricho pétreo del Cantábrico
Pero para eso está la cálida arena y el sol que lo volverá a templar de nuevo para sentirnos renovados.
Playa de las Cuevas del Mar, capricho pétreo del Cantábrico
Y si eres de aquellos que se atreve a entrar, cámara de fotografiar en mano, para poder inmortalizar alguna de las cuevas que el mar liberó o la belleza de esa arcada que simboliza esta playa, disfrutarás de los pequeños tesoros que viven entre la rugosidad de las rocas o de sentirte dueño de un castillo entre la inmensidad del océano.
Playa de las Cuevas del Mar, capricho pétreo del Cantábrico
Chapoteando en el agua…Me dejé llevar por la inspiración de este paraíso sin darme cuenta de contarte dónde nos encontramos. Estamos en la costa oriental de Asturias, muy cerca de LLanes. Para llegar a la playa de las Cuevas del Mar debemos acceder desde las afueras de Nueva de LLanes por una carretera estrecha. Así que, mucha precaución en las curvas y sobre todo en el túnel rocoso que hay que pasar.Eso sí. Esta playa es un lugar muy turísticoy aunque tiene una amplia explanada para aparcar los vehículos en pleno mes de agosto es insuficiente. Solo decirte que yo pude hacerlo al tercer intento… Pero ya lo ves, merece la pena...
Playa de las Cuevas del Mar, capricho pétreo del Cantábrico
Así que te recomiendo que consultes esta tabla de mareas que te dejo aquípara que puedas conocer el momento más idóneo para visitar Cuevas del Mar y no te lleves una desilusión si cuando llegas…la playa no existeEn todo caso, puedes seguir disfrutando de la naturaleza paseando por su sendero costero. Así mientras, el Cantábrico volverá a buscar refugio y descanso en su lecho de arenaOtros recorridos por Asturias
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