Día 10, 26 de Junio
Nos levantamos temprano puesto que hoy es el día que ponemos rumbo a Playa Larga, en Bahía Cochinos. Tenemos reservado una especie de apartamento que pertenece al complejo de un hotel y está situado en la playa.
La distancia de un punto a otro son como 350 kilómetros, con carreteras normales este recorrido se haría como mucho en 3 horas y media, pero esto es Cuba, y sus carreteras son lo que son, así que suponemos que nos va a llevar más de 5 horas. Puesto que tendremos que recorrer la autopista oeste, hasta llegar a La Habana y luego buscar la autopista nacional que será la que nos lleve a Playa Larga.
Antes de continuar contar que este momento del viaje supondrá un punto de inflexión y de agobio para uno de nosotros- Carmen en concreto- por algo que ahora relataremos.
Ponemos rumbo hacia a la Habana, como ya habéis visto en el capítulo de Soroa y Las Terrazas en la autovía nos encontramos de todo.
Una vez en la Habana suponíamos que encontraríamos algún indicativo para coger la autopista nacional, pero amigos, qué va, terminamos dando vueltas por la ciudad y estuvimos cerca de una hora intentando salir de allí. Finalmente nos metimos en una calle para cambiar de sentido y justo delante de nosotros se encontraban dos chavales al lado de un coche, uno de ellos se acerco y nos dijo que si nos podía ayudar, sinceramente le hubiéramos dicho que no, porque ya sabemos cómo son los cubanos, pero el chico insistió y nosotros estábamos ya desesperados. El chico muy amable nos indico más o menos como salir de allí para coger la autovía y cuando ya lo teníamos más o menos claro y nos íbamos a despedir nos dijo que si queríamos se venía con nosotros en el coche y nos dejaba justo donde empezaba la autovía, le dijimos que no, que no hacía falta, pero insistió hasta la saciedad y realmente nos empezó a dar palo puesto que nos había ofrecido ayuda sin nosotros habérsela pedido, así que aceptamos.
En el trayecto de salida de la habana hacia la autovía, el chaval no paraba de hablar, que si había vivido en España, que había estado con una española, que era boxeador y mil cosas más, íbamos moscas por las maletas, porque habíamos leído mil historias de gente que subía a cubanos en el coche y luego les robaban, pero teníamos las maletas con candado y la cámara iba delante con nosotros, así que no podía quitarnos nada. Cerca de donde teníamos que coger la autovía nos comentó que él vivía por allí, y le dijimos que se quedará que nosotros ya continuábamos solos, pero dijo que no, que nos acompañaba justo a donde nos teníamos que desviar. Total, que finalmente vino con nosotros hasta más allá de la salida aunque nosotros no parábamos de decirle que ya no hacía falta que nos acompañara. Llegó el momento en el que él dijo, aquí mismo me podéis dejar que yo ya me vuelvo. Isra, sacó los cuc que teníamos sueltos y se los fue a dar en forma de agradecimiento, como 9 cuc, pero amigos...aquí estos no hacen nada de forma desinteresada y por ayudar, qué va, el tipo se puso muy farruco y chulo diciendo que él con eso no hacía nada, qué le teníamos que darle por lo menos 20 CUC (20€), con un pié en el coche y otro fuera no lo podíamos creer lo que nos estaba pasando, el tipo no es que nos estuviera atracando es que o nos estábamos parados o le atropellábamos al tener medio cuerpo fuera, no le habíamos dicho que nos acompañara, no le habíamos preguntado nada, fue él quien se ofreció, pero claro, a cambio de algo...después de un rato allí parados Isra accedió a darle el dinero con tal de que se bajara del coche, y encima se fue refunfuñando. No os podéis hacer una idea de la cara de gilipollas que se nos quedó, aunque también hay que decir que fuimos tontos, dado que en las autovías hay puestos de policía cada X kilómetros, le podíamos haber hecho llegar hasta uno y dejarle allí, a ver qué narices habría dicho, pero en ese momento sinceramente no caes...
Después de este periplo y nosotros que habíamos oído mil historias de que en Cuba el transporte y la comunicación era malísima (cosa que verificamos) y que los turistas con coche solían llevar a la gente de un punto a otro, decidimos que nos íbamos a subir a nadie, ni bueno ni malo ni regular..tristemente iban a pagar justos por pecadores y eso que en Viñales viniendo de Cabo Jutias acercamos a una chica a su casa, pero a partir de aquí la cosa iba a cambiar.
El camino hasta playa larga se nos hizo eterno y más con la indignación y la cara de bobos que llevábamos, Carmen estaba agobiada y cabreada, y realmente en ese momento ya no estaba nada a gusto.
Pasado todo esto y después de una siesta agónica de Carmen, dimos una vuelta por allí y nos fuimos a cenar allí mismo en el restaurante del hotel. Mañana será otro día.
Aquí en Bahía Cochinos se encuentra el Parque nacional de Ciénaga Zapata una zona pantanosa de más de 4000 km cuadrados cubierta por ciénagas y albuferas.
Hoy nos toca naturaleza, y según desayunamos y vamos a coger el coche, ¡dios! tenemos una especie de buey de mar alojado en las ruedas de nuestro coche, intentamos sacarlo de ahí y que se vaya, pero el colega lo único que hace es subir para arriba y meterse en el motor del coche.
Aquí mismo tienen unos alojamientos tipo cabañas sobre el agua en la propia laguna que tienen una pinta estupenda, eso sí, caros, carísimos, pero hay que decir que tiene que ser toda una experiencia alojarse aquí.
Al final del recorrido en lancha te dejan en Villa Guama, la cual está construida en una de las islas pertenecientes a la Laguna del Tesoro y refleja el tipo de vida a través de esculturas y tipos de viviendas de los primeros habitantes de la zona, muy interesante y recomendable este paseo.
De aquí nos dirigimos al criadero de cocodrilos que está justo al otro lado de la carretera, la entrada nos cuesta 5cuc por persona.
Es curioso ver a estos animales que de crías parecen totalmente inofensivos a ver especímenes de gran tamaño dónde realmente eres consciente del tipo de animal qué es y su peligro. Este criadero está hecho en modo parque y podréis ver toda la evolución de los caimanes en su proceso de crecimiento, desde bebés hasta los adultos, en un entorno realmente adecuado.
Una vez allí y para sorpresa de Carmen ( que es una acojoná del agua si no ve lo que tiene bajo sus pies) el agua no está transparente, el motivo ni idea, el sitio la verdad es que es de ensueño, en medio de un entorno natural idílico y acondicionado hasta con escaleras para entrar, una piscina natural de una belleza inmensa.
Después de que Isra se de unos cuantos baños y Carmen le observe decidimos ir al otro lado de la carretera, a darnos un chapuzón en el mar y aquí sí que disfrutamos.
Estas aguas sí están cristalinas, el agua está fresca, y la belleza que contemplamos a través de nuestras gafas de buceo es inexplicable, todo tipo de peces de colores, corales, hasta un pez león de una belleza exuberante bajo nuestros pies. No tenemos fotos para mostraros de lo que aquí pudimos ver, pero os aseguramos que si vais no os arrepentiréis.
Se nos ha hecho muy tarde disfrutando de esta maravilla y no queremos conducir de noche por estar carreteras, así que nos despedimos de esta zona que nos ha aportado un gran día y volvemos al hotel a cenar y a acostarnos que mañana partimos rumbo a Trinidad.