Pobre de mí…

Hoy viernes, el consejo de ministros celebrará su ya tradicional chupinazo, fiesta grande de los recortes, que ultima ya el Ejecutivo con la prima de vuelta a las alturas con niveles de vértigo de antes de que el Eurogrupo tranquilizara a los mercados. Pero después de aquella puesta en escena tan efectiva, la nada. La decisión, ayer, del Banco Central Europeo (BCE) de reducir en 0,25 puntos los tipos de interés, hasta el 0,75%, no ha sido suficiente para hacer creer a los mercados en una verdadera voluntad de retomar la senda del crecimiento. No, al menos, por sí solo. Los mercados lo saben. Y los recortes que continúan ahogando la vida y vaciando los bolsillos, ya harapos con agujeros, lo corroboran. Los más beneficiados, como viene siendo habitual, los bancos.

Como muchos otros días, la única buena noticia viene del exterior. El dictador argentino Jorge Rafael Videla ha sido condenado a 50 años por robar niños. Las Abuelas de la Plaza de Mayo están de enhorabuena 16 años después de denunciar la apropiación sistemática de niños. Mientras, nuestra Sor María, otra octogenaria oscura, sigue viviendo en un convento de Madrid con las hermanas de la Caridad. Además de irme a la sección de Internacional en busca de alguna noticia que no me indigeste el primer café de la mañana, he tomado otra decisión: empezar la semana en domingo, de fiesta, con lo que el trago del lunes no es tan duro y los viernes son ya más fin de semana, como un falso 6. Estoy en fase de pruebas porque cuesta adaptarse a los cambios de calendario y se ha producido algún desbarajuste y malentendido en las últimas semanas. Una vez lo consiga, confío en que los consejos de ministros acaben con el Pobre de mí….