Podemos como experimento político

Un pequeño análisis sobre Podemos.

Hace muchos muchos años vivía un emperador aficionado a la moda. Un día llegaron a su ciudad dos embaucadores que decían poseer una hermosa tela con la increíble capacidad de ser invisible para aquellas personas tontas o que no mereciesen su cargo, convenciendo al emperador de probar las bondades de su producto. La noticia de la maravillosa propiedad de la tela corría de boca en boca, preguntándose la gente si ellos o sus conocidos serían capaces de ver el traje.

El contexto actual de España se define por la crisis económica y política que asola nuestro país. No son sólo los indicadores económicos los que nos alertan del peligro, si no que los indicadores sociales y políticos no dejan de prevenirnos a gritos de la amenaza. Con un gobierno desbordado por las corruptelas e instituciones oxidadas, España necesita una buena dosis de regeneración transformista (no la burda mano de pintura continuista que algunos pretenden). Podemos ha sabido recoger muy bien este análisis, así aunque mucha gente no esté de acuerdo con sus propuestas si lo está con el diagnóstico que realizan de la sociedad española.

En este artículo no pretendo analizar la ideología de Podemos, en vista que para un buen análisis de esa faceta esta organización política tiene poca trayectoria y una importante falta de definición. Así, prefiero, más bien, proponer a los lectores un pequeño experimento.

Robert Michels, científico político alemán, socialista y entusiasta demócrata declarado, estudia en su obra  Partidos Políticos la tendencia de las organizaciones sociales a jerarquizarse. Desde un punto de vista teórico, una organización democrática consistiría en un reparto de poder relativamente igualitario, que perdería cierto sentido al cumplirse esta concentración del poder.  Examinando tanto instituciones conservadoras, que en opinión de Michels no valoran la democracia, y sindicatos y partidos socialistas, según el autor comprometidos con la democracia, Michels formulará la “ley de hierro de la oligarquía”. Según esta generalización empírica las organizaciones e instituciones sociales mantienen una tendencia a la organización oligárquica, más allá de su ideología.

Podemos, se ha comprometido a mantener una organización democrática con una estructura cada vez más extensible y no jerarquizada. ¿Podrá la organización falsar la ley o por el contrario la ratificará?.

Es importante indicar que esta ley de hierro no permite hacer predicciones, pues presenta una regularidad débil, pero es significativa en tanto en cuánto nos indica hacia dónde mirar. Estemos atentos a los próximos movimientos políticos en España que reflejan un escenario de difíciles circunstancias pero con cambios muy interesantes en las dinámicas sociales.

Parece que Podemos, como el niño del cuento de Christian Andersen, se ha atrevido a señalar la desnudez del emperador, que partidos políticos y sindicatos temían indicar.

Gritemos todos a coro “¡No lleva nada encima! ¡El emperador va desnudo!”

Y el emperador se dio un buen susto, pues estaba convencido de que tenían razón, pero pensó: “Tengo que terminar el desfile”.

Y continuó aún más orgulloso, con los chambelanes llevando unos faldones inexistentes.

Esperemos que la política de nuestro país no siga hacia delante en su error como el emperador y sus chambelanes, y los embaucadores no tengan más cabida en nuestro cuento.