Revista Religión
Miles de latinos, normalmente de nivel cultural extremadamente bajo, han acogido la ideología musulmana en Estados Unidos en los últimos años, especialmente las mujeres. El director de la Asociación Musulmana Americana (Amana), el abogado Wilfredo Ruiz, apunta que podría haber unos 50,000 hispanos entre los cerca de seis millones de musulmanes en EE.UU, mientras que la Asociación de Latinos Musulmanes de Los Ángeles (LALMA) señala que en California existen 100 comunidades islámicas con clara presencia hispana.
Marta Felicitas, directora de LALMA, explicó que actualmente es mayor el número de mujeres latinas que de hombres que adoptan la religión musulmana.
Lo hacen ya sea por matrimonio o por elección personal, aunque confirma que no existen datos concretos. CRECEN LOS CONVERSOS Expertos en seguridad han advertido que el próximo atentado en los Estados Unidos no será ejecutado por los árabes de la organización Al-Qaida, sino por los propios ciudadanos estadounidenses que se han convertido al islam, según un reportaje de la revista colombiana Semana, que evidencia la preocupación de las autoridades del país ante el radicalismo de sus ciudadanos que va en aumento. La publicación asegura que es muy difícil ubicar a los radicalistas estadounidenses debido a su aspecto físico, y además porque los grupos islamistas radicales han logrado reclutar a través de Internet a gran cantidad de seguidores de distintos orígenes. Este tema causó interés en los EEUU, a raíz de que dos ciudadanas estadounidenses rubias y de ojos claros fueran detenidas por sus vínculos con Al-Qaida, cuyo objetivo era reclutar gente en Europa y matar al caricaturista sueco Lars Vilks, quien dibujó a Mahoma con cuerpo de perro hace tres años. Se trata de Collen LaRose, de 46 años, cuyo sobrenombre era “Yihad Jane”. Esta mujer nacida en Michigan reclutó por Internet a activistas dispuestos a viajar a Europa que logren pasar inadvertidos para que así su plan resultara exitoso. En agosto de 2009, viajó a Estocolmo para ultimar detalles. Sin embargo, fue arrestada pocos meses después por las autoridades estadounidenses, según explica Semana. La investigación siguió su curso y entre los otros siete sospechosos, acusados de conspirar contra el caricaturista, se encontraba otra estadounidense. Jamie-Paulin Ramírez, de 31 años, quien se encontraba dispuesta a morir por el islam. Ramírez trabajaba como enfermera en Colorado y, según el semanario, en abril del año pasado empezó a usar el velo islámico y se casó con un argelino que conoció por Internet. Finalmente, para completar su obsesión por el mundo musulmán, cambió en septiembre el nombre de su hijo de seis años por Wahid y desapareció. Fuentes: Minuto Digital