Se trata de uno de los peores anuncios que haya visto jamás, quizás no sea el peor, pero para ser estadounidense es fatal. Es un spot cutre y bastante ridículo para un centro comercial de Missouri llamado: East Hills.
En este anuncio aparecen clientes improvisando canciones o frases con ritmo pero sin sentido... Para hace años cuando los vídeos y anuncios empezaron a surgir quizás habría sido pasable pero dados los tiempos que corren, este tipo de vídeo roza lo más absurdo.
El caso es que como siempre, cuanto peor es o más ridículo o más polémico, más éxito tiene y nuevamente un vídeo sin apenas calidad se ha transformado en una herramienta de marketing viral que ha hecho que el centro comercial sea popular a escala mundial con casi 2 millones de visitas.