Poema masónico: Elegía primera de la utopía (Obertura)

A mi Q.·. H.·. Luis M. Navarro (Torre, Simb.)

Y en estas estamos
y aquí me tienes al escribir lo que no quería
forzando un estribillo que no debería entonar
el de la vida sin tu barba
el de la muerte con su abrazo

Arrojas al abismo horas de hermano
días de padre y contracciones de camarada

Pretendíamos sobreponernos a la vida juntos
atendiendo a cada borrasca con un lamento sordo
Y en estas estamos querido hermano

En la fecundidad fraterna de un exilio de ti
en el temporal inaudito que arrastraré
al aproximarme a todas las bellezas que me indicaste

Hermano,
hermano,
hermano,
dolor le arriendo a cada pálpito
en cuya hacienda resides amado y concluido

En la trastienda de los vínculos con la justicia
yo te vi
a cada zozobra incorrupta de la palabra republicana
yo te acompañé
Al esbozo de una utopía relevante, estructural, asíncrona
yo asentí

Eres Don Quijote, mi comandante
y con tu mandato hemos derribado molinos
con tu verdad hemos abierto el melón del mundo
con tu militancia lo hemos transformado

Ay de esa república que hemos construido
cuya arquitectura trasciende ladrillos y ladridos
en ella vivimos
de forma tricolor
al ritmo nostálgico al que te circula la libertad
a través de un algoritmo de igualdad
al revés que supone creer en la fraternidad

Pero no descanses aquí, no te pares
fabrica justicia como hasta ahora
desordena el cosmos que nos espera
y advierte a la muerte que vamos más
muchos más