Revista Deportes
Tras la victoria del Manchester United en la Copa de Inglaterra juvenil 2010-2011, dos nombres emergieron con fuerza como futuras estrellas del club, el centrocampista de contención francés Paul Pogba, que llegó a Old Trafford en 2009 procedente del Le Havre, y el habilidoso media punta inglés Ravel Morrison. Sin embargo, pocos meses después las carreras de ambos jugadores han sufrido un inesperado y peligroso giro que pone en cuestión su futuro como jugadores de élite.
Tras haber disputado tres encuentros de Carling Cup y ser protagonista de diversos episodios de indisciplina y problemas con la justicia, Morrison fue traspasado el West Ham United el pasado mes de enero por un millón de libras. A pesar de la fe que Sir Alex Ferguson había depositado él, Morrison demostró no tener la madurez necesaria para formar parte de un conjunto de primer nivel. Resulta especialmente significativo que un jugador nacido en Manchester no pusiera más empeño en triunfar en el principal equipo de su ciudad, aunque su paso por el West Ham no está siendo mucho más exitoso, ya que a pesar de haber conseguido el ascenso a la Premier League, Morrison tan sólo ha participado en un partido.
Por su parte, Pogba ha jugado siete encuentros con el primer equipo del United en la temporada que acaba de finalizar, incluyendo tres de la Premier League. Tras varios meses de infructuosa negociación con su agente Mino Raiola (quien gestiona las carreras de Zlatan Ibrahimovic y Mario Balotelli entre otros), todo a punta a que Pogba se marchará del United con destino a la Juventus, ya que a pesar del brillante futuro que el internacional sub-19 podría tener en Inglaterra, éste parece haberse rendido a la avaricia de su representante, lo que resulta especialmente triste por la juventud y el buen trato recibido en Manchester durante la última y crucial etapa de su formación.Fiel a su legendaria tradición, la Academia del Manchester United seguirá trabajando intensamente para desarrollar el talento de sus jóvenes promesas, pero no cabe duda que el comportamiento de Ravel Morrison y Paul Pogba ha supuesto una gran decepción para todos los estamentos del club, lo que tal vez le lleve a replantearse cual es el camino a seguir para proteger a las jóvenes promesas de las garras de los agentes sin escrúpulos que tanto perjuicio están causando el fútbol de formación.
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