Revista Psicología

Pokémon GO: una epidemia terapéutica

Por El Baúl De La Psique @bauldelapsique

Ni la canción de Enrique Iglesias, ni los flotadores en forma de cisne, ni tampoco la insoportable ola de calor que ha durado hasta septiembre. El bombazo de este verano ha sido Pokémon GO, el juego en forma de app que mezcla la innovadora realidad aumentada con Pikachu y compañía, de la que mucho se ha hablado y, sobre todo, criticado. Muchas noticias de los medios (algunas de ellas, falsas) han hecho saltar las alarmas y hemos podido leer sucesos tan preocupantes como estampidas de personas, accidentes de tráfico e, incluso, delitos como el allanamiento de morada.

Pero, ¿tan malas consecuencias ha traído este innovador juego para móvil? Es posible. Pero hoy quien les escribe está dispuesta a romper una lanza por el producto de Niantic, ya que, aunque menos comentados, son numerosos los beneficios psicológicos que ha reportado el archiconocido Pokémon GO.

Pokémon GO: una epidemia terapéutica

Aspectos positivos generales para nuestra mente

En primer lugar, la característica principal de esta aplicación móvil que, para cazar esos preciados pokémons, el jugador debe salir de casa y caminar, lo que conlleva un beneficio físico claro que, a su vez, provocará una mejora anímica, acabando con el sedentarismo que tanto preocupa en los últimos años.

Además de esto, el usuario ha de visitar poképaradas y gimnasios que se reparten por lugares emblemáticos de la ciudad en la que se encuentre, como edificios, monumentos, etc., y que vienen señalados en un mapa interactivo que la app incluye. ¿Qué supone esto? Pues que las personas que jueguen a Pokémon GO deberán, en primer lugar, orientarse en un entorno concreto, haciendo uso de mapas y de su capacidad para la representación simbólica de la realidad y, en segundo lugar, que tendrán la oportunidad de conocer en mayor profundidad el contexto que les rodea y lo que éste ofrece.

Pokémon GO: una epidemia terapéutica

Cabe señalar también que, aunque se trata de un juego esencialmente individual, muchos de sus usuarios se reúnen para “cazar” o conseguir ser los líderes de los gimnasios de su zona todos juntos, lo que puede facilitar la socialización y la capacidad para la cooperación a través de intereses y objetivos comunes. Asimismo, prácticamente desde el inicio, los jugadores deben unirse a uno de los tres equipos de Pokémon GO al que pertenecerán tanto amigos como personas totalmente desconocidas; este sencillo detalle puede generar un sentimiento de pertenencia al grupo en la persona que le ayude, en general, en su vida social.

Finalmente, desde el punto de vista neuropsicológico, como todas esas cosas que nos producen placer, el juego per se y todo lo arriba señalado provocará un aumento en la producción y actividad de neurotransmirores muy beneficiosos para nuestro cerebro. Por un lado, el hecho de plantear objetivos claros y concentrar esfuerzos para conseguirlos, producirá un incremento en los niveles de dopamina y endorfina y, por otro lado, al interactuar con otras personas estaremos fomentando la producción de oxitocina.

En el ámbito más clínico

En realidad, la tecnología de la realidad aumentada, en la que se basa este juego, es una herramienta con un gran potencial para el tratamiento de trastornos como la depresión, el estrés postraumático o las fobias. ¿Por qué? Muy sencillo: porque es una manera de exponer al paciente a aquello que le causa miedo o ansiedad sin causarle un choque tan fuerte que si se hiciera de manera real.

En lo referente a Pokémon GO, una de las cosas que más me llamaron la atención de este boom fueron los numerosísimos testimonios de personas en las redes sociales que aseguraban sentirse mejor consigo mismos al salir a cazar pokémons, especialmente aquellas que sufrían problemas relacionados con la depresión, la ansiedad o algunas fobias (sobre todo, las de tipo social). Para una persona con este tipo de trastornos, salir de casa (¡o de la cama!) puede suponer años de terapia y muchísimo esfuerzo, por lo que el hecho de que una app para el móvil haya conseguido esto en tan poco tiempo es algo que no debemos pasar por alto.

I’ve made so many new friends with #PokemonGO, it’s helped my social anxiety, and I’m actually getting out. This is more than just a game.

— Brandon Evans (@Brandon21Evans) 11 de julio de 2016.

He hecho muchísimos nuevos amigos con #PokemonGO, me ha ayudado con mi fobia social y estoy saliendo de casa. Esto es más que sólo un juego.

Asimismo, también se han dado algunos casos de personas con Trastornos del Espectro Autista (TEA) que, gracias a este juego, han empezado a relacionarse con otras personas de su entorno y a cambiar así sus rígidas rutinas, tan características de este tipo de trastornos. Es el caso de Ralphie, un niño de 6 años, cuya sorprendente mejora relata su madre en las redes sociales de la siguiente manera:

Gracias a la recomendación que me dio mi amiga y también madre de hijo con autismo (…), esta noche por fin he enseñado a Ralphie a jugar a Pokémon GO. Tenía razón. Esto es INCREÍBLE. Después de cazar uno en la panadería, gritaba de la emoción. Salió corriendo a cazar más. Otro niño lo vio y se dio cuenta de lo que hacía. Inmediatamente, los dos tenían algo en común. El chico le preguntó a Ralphie que cuántos había capturado. Ralph no contestó, sólo gritó “¡¡¡¡POKÉMON!!!!” mientras saltaba de la emoción y se meneaba. Entonces, el chico le enseñó cuántos había capturado él (¡más de 100!) y Ralph dijo “¡Uaauuuu!” y chocaron los cinco. Casi lloro. (…) [Otra niña] apareció y le dijo que había muchos más pokémons en el parque. Me suplicó ir allí. NUNCA quiere ir al parque de noche porque no es parte de su rutina. Normalmente es TAN RÍGIDO con su rutina. ¡Pero esta noche estaba contento de cambiar las cosas y hacerlo! ¡Estábamos en shock! Y cuando llegamos, otros niños corrieron hacia él para proponerle cazar pokémons juntos. Estaba interactuando con otros niños. (…) MI HIJO AUTISTA ESTÁ SOCIALIZANDO. Hablando con otras personas. Sonriendo a otras personas. Verbalizando. Participando en expresión pragmática. Con extraños. Mirándolos. A veces, incluso a los ojos. Riéndose con ellos. Compartiendo algo en común. Esto es INCREÍBLE.

(El texto original, aquí.)

Como véis, Pokémon GO parece tener un gran potencial, no sólo como pasatiempos o como un simple juego infantil. Y es que las dos principales características de Pokémon GO son, como ya se ha mencionado, movimiento y socialización; dos ingredientes básicos en la “receta” para la mejora en los casos mencionados.

Pero, ¿y qué pasa con todo lo malo?

Evidentemente, no podemos obviar los aspectos negativos que conlleva jugar a través del móvil: distracciones, problemas de espalda, dificultades en las relaciones con otras personas que no lo usan, accidentes o, incluso, adicciones. Pero, ¿esto sólo ocurre en el caso de Pokémon GO o más bien es el propio hecho de utilizar el móvil cuando no debemos? Antes de que se lanzara la app, los accidentes de tráfico se atribuían a hablar por teléfono o enviar mensajes mientras se conducía; los problemas de espalda y los problemas relacionales aparecían porque estábamos enganchados a Whatsapp; y las adicciones eran, de manera general, al móvil.

Como casi todo, está claro que debemos hacer un uso moderado del móvil y, en concreto, de este nuevo juego que tiene revolucionado a medio mundo. Es importante ser consciente de que, a fin de cuentas, es un juego, para así poder sacar lo mejor de él, pasar un buen rato y, quién sabe, mejorar nuestra salud mental un poco más.

Referencias

Baranowski, T. (2016). Pokémon Go, go, go, gone? Games for Health Journal, 5, 1-2.

Baranowski, T., Buday, R., Thompson, D.I. y Baranowski, J. (2008). Playing for real: Video games and stories for health-related behavior change. American Journal of Preventive Medicine, 34, 74-82.

Marker, A. M. y Staiano, A. E. (2015). Better together: Outcomes of cooperation versus competition in exergaming. Games Health Journal, 4, 25-30.


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