Estos últimos días hemos tenido una polémica en el sector de las revistas de moda y por lo que nos toca en cuanto a belleza y estilismo, creo que es adecuado mencionarlo y explicaros qué ha sucedido, por si acaso os habéis perdido la noticia.
Hace pocos días la empresa Condé Nast (propietaria de varias revistas de primera categoría en todo el mundo, incluida el Vogue) anunciaba un cambio importante en la dirección de la cabecera francesa de Vogue, la biblia de la moda y la belleza, como bien sabéis! Carine Roitfeld, la que ha sido durante los últimos 10 años directora del Vogue francés anunciaba su cese en el puesto, "para dedicarse a sus proyectos personales" aunque los rumores sobre una "invitación a dejar su puesto" después del escándalo suscitado por el reportaje del que hoy os quiero hablar son más que fundados. Carine Roitfeld es una mujer que ha sido un bastión para Vogue tanto en Francia como en otros países, considerada como un icono dentro del sector y que se habla de tú a tú a gigantes como Karl Lagerfeld.
En esta foto la vemos con otro mito de las revistas de moda, Anna Wintour.
La polémica viene por un reportaje editorial que Vogue Francia publicó en su especial Vogue Cadeaux (Vogue Regalos) de diciembre 2010, donde unas niñas de 7 aparecen fotografiadas como modelos mayores, maquilladas, vestidas y engalanadas como mujercitas. Este reportaje fue pensado por la misma Carine Roitfeld y por el diseñador Tom Ford, con la idea de reproducir algo que todas las niñas del mundo hemos hecho, hacen y harán: imitar a sus madres y otras mujeres mayores usando su ropa, poniéndose tacones y maquillándose. El trabajo fue fotografiado con gran destreza por el reputado fotógrafo Sharif Hamza, con el estilismo de Melanie Huynh y contó con la colaboración de firmas de primera línea como Versace, Yves Saint Laurent, Bulgari, Boucheron, Balmain o Louboutin.
Las fotos, como decimos, han levantado ampollas, tanto en el mismo sector de las marcas de moda (se rumorea que el mismísimo Bernard Arnault, presidente del gigante del lujo LVMH y uno de los hombres más ricos y poderosos del mundo, quien llamó personalmente a Xavier Romalet (director de Condé Nast) para mostrarle su inquietud y disconformidad con la polémica y con que marcas de su empresa se vieran asociadas a dicha polémica. Si empresas como LVMH (propietarias de Louis Vuitton, Loewe, Givenchy, Dior, Guerlain, etc) retiraran su inversión publicitaria de las publicaciones Condé Nast (Vogue, W, Glamour, Vanity Fair y muchas más revistas en todo el mundo) sería un durísimo golpe y cuando tantos millones de $ están en juego, está claro que la polémica no es poca cosa.
Grupos de feministas, asociaciones de protección al menor y otras asociaciones e individuales han tachado el reportaje hasta de "pedófilo" arguyendo que en las fotos las niñas imitan acciones de mujeres adultas y que favorecen la explotación infantil e incitar a la pedofilia.
Tampoco faltan las voces que indican que se trata sólo de un montaje ya preparado y que Vogue ha querido levantar una gran polvareda para que se hable mucho de su publicación y que han aprovechado la salida pactada de Carine Roitfeld para dejar en el aire el asunto.
Más que emitir un juicio aquí y ahora en este blog, lo que quería era explicaros lo que ha sucedido y por supuesto dejaros las fotos para que cada una saque sus propias conclusiones y opine lo que considere. La cuestión es que la polémica está servida, con recogidas de firmas para que Vogue publique una disculpa, etc.
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