El cobre en el punto bajo de la última década siempre marca un hito en nuestro país. Ahora sique las políticas de protección social aplicadas: oportuna, programada, controlada, seria, responsable, adecuada, medida, anticipada, consensuada, elaborada, proporcionada, eficiente, efectiva, ponderada y racionalmente, demuestran todo su significado: desde la reforma laboral que se viene, hasta la reforma tributaria. Pero en fin, tampoco parece que cuando la gente levante la voz, los políticos vayan a tomar conciencia.
Porque claro, el estado puede comportarse como proxeneta en un ciclo de crecimiento: dónde todos los bancos estén prestando plata como si no importara si los créditos se pagan (si el estado avala, alguien pagará); donde nos podemos dar un lujo como el espectacular TranSantiago. En ese mundo suena cómo una buena idea subir los impuestos y obligar a las empresas a asegurar toda la variedad de beneficios que se les ocurra a los sindicatos y sus dirigentes políticos. Pero, cuando estamos al otro lado de la curva, cuando empezamos a cambiar como calculamos los numeritos para que no se nos pongan tan coloraditos: subir la tasa de interés… hay que ser imbécil… o importarles muy poco. El problema es que en la tablita, todos los números menores que cero... ...parece cómo que eran todos más grandes.... ...y como que salían entre paréntesis. Hoy por hoy no les quedaba otra. Ya me imagino a Valdés ―Chuuu... Haber cachado antes... cuando quedaba plata.
― Ahora, el tema es que los que hablan supuestamente en representación de los empresarios también andan con los bolsillos afuera. Ya están coludidos hasta para definir la manera en la que se programan para coludirse. Aunque, gracias a Dios, a la larga, siempre hay uno que habla. Y lo más gracioso: la UDI con sus gritos despampanantes al cielo celeste. ― ¿¡Por qué solo a nosotros!?. ― Como si a la gente le fuese a importar un rábano. Recuerden que a la gente normal no le ha caído un coco, ni de SQM, ni de Penta, ni de na’. Sólo le suben los impuestos; les quieren hacer más caro comprar cosas por internet, y les ponen restricción porque no quieren hacer las calles bien de una vez. Entonces, con ese ridículo himno, la gente de derecha pensará que van a lograr pararle los carros al ultra Bacheletismo en su cruzada por dotar de poder a los compañeros del sindicalismo. Meh… Mal que mal los sindicatos tienen en lo más interno de su procesador multinúcleo este concepto del trabajador esforzado, con una gota en la frente, que la CUT y todos sus colegas siempre les van a sacar del bolsillo a penas vean cámara.
Pero bueno… …asi va la cosa no más. Ya como que todo da lo mismo, si tenemos a la Michelle Bachelet, diciendo que le parece que el derecho a propiedad es menos importante que otros derechos. O sea, y está bien, todo lo que ella quiera, todos de acuerdo… …pero hay ciertas hueas' que no se dicen no más… …o que no dice una Presidente… ...o no se dicen por la tele... …o que no se dicen si hay un problema que ellos tienen el descaro de llamar de “percepción” de delincuencia… Aparte de prepararse, solo me queda citar a Henríquez en su profunda elocuencia.- “A la chuchesumare’…”