Revista Cocina
¡¡Hola a todos!! ¡¡Y feliz martes y 13!! Uy... día complicado para los supersticiosos y cuanto menos raro para todos los demás... yo os confieso que si bien no soy muy supersticiosa sí tengo mil y una manías, como todos, seguramente, jejeje... por supuesto que jamás me pondré delante de un gato... ni negro ni de ningún color (tengo una fobia realmente importante a los gatos), no me gusta pasar debajo de andamios, vallas o escaleras... más por temas de que algo que se vaya a caer encima o los que estén encima me suelten una de esas lindezas que más que alegrarte el día tienen como objetivo dejarte con mal sabor de boca...
Por lo demás, reconozco que no tengo mucho apego a cosas como amuletos de la suerte, lo de cruzar los dedos o cosas similares... y eso que he sido opositora durante 4 años... ¡¡no hay nadie más supersticioso que un opositor!!... en esa tesitura te rallas con algunas cosas que vistas desde fuera son no ya increíbles sino incoherentes... recuerdo que me moría de nervios por determinados números, que tenía palabras gafe o que para cantar o leer ante el tribunal tenía algunas prendas de ropa de la suerte... otras que desterraba al ostracismo pensando que me habían hecho fallar o una colección de amuletos importantes... acudí las veces que me presenté ante el tribunal de la oposición con un sin fin de cosas de gente que para mí es importante... los pendientes de mi madre, la sortija de mi abuela, la pulsera de mi hermana, el reloj de mi padre... y así sin parar... con esto que os cuento quiero que sepáis que me solidarizo sinceramente con la gente supersticiosa... esto de la confianza es muy raro y si bien muchas veces no lo comprendemos al menos, creo, que hay que respetarlo.
En fin, como os decía, este es un día raro... en mi caso porque tenemos un día loco en la oficina más que otra cosa, jejeje... y parece que nos llueven marrones por todas partes... pero como se suele decir: al mal tiempo buena cara... sacar pecho y dar el do del idem, jejeje... que hay que superar el día y convertirlo en un éxito.
Una de las cosas que hacen que mi día sea un éxito... es terminarlo como corresponde, como Dios manda, en paz, con tranquilidad y a ser posible con la gente que más quieres y te sirva de motivación para borrar lo peor de esos días más complicados y enfrentarse al mañana con una sonrisa de confianza... y para ello procuro cocinar... cosa que me relaja, me reacomoda con el universo y me demuestra que hay cosas que salen bien tengas un día tonto o no, jejeje... y esta receta es ideal para ello... sencilla, divertida y muy rica.
En 20 minutos la tienes hecha, es diferente a las cenas semanales que suelas preparar y reconforta muchísimo... ese es mi objetivo de las cenas de invierno... comida reconfortante que me haga caer como un cesto en la cama... ¡¡pero con una sonrisa!!.
El pollo a la naranja, u "orange chicken" es una receta de esas de chino occidental... vamos, que sirven en los restoranes chinos que pueblan Europa y América pero que jamás verás comer a un chino... es una versión de la receta de pollo General Tso, por lo que he leído... más rápida y sencilla... y muy similar, para que os hagáis una idea al cerdo agridulce... salvo que el ingrediente estrella es el pollo y la salsa agridulce sabe a naranja.
A mí me gusta mucho... queda muy rico, jugoso, dulce y con el añadido del arroz es una cena de lujo.
La receta, la he hecho conforme a las indicaciones de Laura Vitale de nuevo... cuyo blog es una fuente de recetas sencillas, rápidas, buenísimas y nada costosas y que os recomiendo cada vez que publico una de sus recetas, que últimamente es a menudo... pero me gusta mucho cómo cocina... hace que las recetas se vean sencillas de hacer, apetecibles de comer y sobre todo diferentes.
Os dejo ya con la receta, que os recomiendo muchísimo.
Receta de pollo a la naranja chino
Ingredientes para 2 personas:
- 2 pechugas de pollo
- 1 clara de huevo
- 2 cucharadas de maicena o harina de maíz
- Sal y pimienta
- Aceite para freír
- 1 taza de caldo de pollo
- El zumo de una naranja
- La ralladura de la piel de una naranja
- 3 cucharadas de azúcar moreno
- 2 cucharadas de salsa de soja
- 1 cucharada de jengibre fresco triturado
- 2 dientes de ajo triturados
- 1 cucharada de agua
- 1 cucharada de maicena
- 1 cucharada de vinagre de arroz (o en su defecto de manzana)
- una pizca de cayena en polvo
- 1 cuenco pequeño de arroz basmati
- 3 cuencos pequeños de agua
- Perejil fresco o cebollino para espolvorear por encima
Modo de hacerlo:
1. Comenzamos cortando las pechugas de pollo en trozos menudos... de bocado.
2. Los vamos reservando en un bol grande, donde, una vez todos los trozos partidos vamos a salpimentar y a añadir la clara de huevo y las dos cucharadas de maicena. Mezclamos muy bien para que todos los trozos se rebocen y dejamos reposar 10 minutos a un lado.
3. Mientras esperamos ponemos una sartén anti-adherente y profunda a calentar... cubrimos con un dedo de aceite para freír y vamos friendo nuestros trozos de pollo por tandas.
4. Una vez tengamos todo el pollo frito incorporamos todos los trozos de nuevo a la cazuela, junto con el jengibre y el ajo triturados y dejamos cocinar un minuto escaso.
5. Mientras, en un bol mezclamos el caldo de pollo, el zumo de naranja, el vinagre de arroz y la salsa de soja... mezclamos y añadimos a la sartén.
6. Asimismo incorporamos en ese momento el azúcar moreno, la ralladura de naranja y la cayena molida... dejamos cocer la mezcla al menos 10 minutos... hasta que el líquido haya reducido a la mitad.
7. En ese tiempo vamos a mezclar en un bol la cucharada de maicena con la cucharada de agua (hará de espesante de la salsa), cuando tengamos como una masilla la incorporamos a la sartén, mezclando bien y veréis que en unos minutos la salsa además de caramelizar habrá engordado bastante, podremos entonces apagar el fuego y servir el pollo espolvoreado con perejil fresco, o bien cebollino.
8. Yo os recomiendo que una vez empecéis a preparar el pollo también cozáis el arroz... conforme a las especificaciones del fabricante... pero yo suelo poner una cazuela mediana al fuego, añado una cucharada de aceite para freir... cuando está caliente incorporo el arroz, dejó que los granos se cocinen hasta estar translúcidos y en ese momento añado el agua... sazono, dejo a fuego medio y una vez esté listo el pollo también tendremos nuestro arroz cocido.
¡¡Y listo!! Cena increíble, de las de todos los ingredientes en la despensa... al menos en cuanto empiezas a cocinar un poquito tienes siempre salsa de soja, arroz basmati o jengibre fresco... sino, tampoco son excesivamente caros, se conservan muy bien y cunden una barbaridad...
En fin, creo que es una manera estupenda y divertida de terminar días durillos... también sirve fenomenal para llevar en tupper a la oficina, congela muy bien y seguro que gusta a todos...
Si el arroz blanco no os va, siempre podéis acompañarlo de unas verduras... brócoli, judias verdes o guisantes quedarían muy bien, creo yo.
Si decidís probar la receta no dudéis en contarme si os gustó... además de contarme cuales son vuestras comidas favoritas en días intensos o de bajón.
Un besazo enorme a todos... nos vemos en unos días, Luz.