Me gustan las especias, así en general.
Pero en particular, siento una absoluta fascinación por el cardamomo. Me gusta tanto que si no me frenan sería capaz de aderezar con polvo de cardamomo un entrecot, y quedarme tan fresca.
De modo que este mes, cuando estaba husmeando en blog de Mabel’s Kitchen para este #asaltablogs, mi debilidad por el cardamomo escogió la receta por mí.
Soy débil. Lo sé.
Si algo me gusta lo uso mucho, y todo el rato, porque me gusta y quiero comerlo a todas horas. Y la única forma de no hacerlo es no tenerlo cerca. Y por eso no compro jamás anacardos. Si tuviera regularmente anacardos en casa mi culo parecería un estadio de fútbol, y no podría ser.
Me pasa lo mismo con el chocolate con almendras. Si lo comprara con frecuencia, el espacio que ocupo en el mundo aumentaría muy considerablemente, y eso sería poco práctico, porque me obligaría a ir de compras a por nuevas tallas de ropa y yo… odio comprar desde lo más profundo de mi alma [un día os lo cuento].
Hay cosas que no se pueden hacer todo lo que una quisiera. No se puede estar todo el día comiendo bundt cake de chocolate cubierto de un baño de más chocolate [con cardamomo], tampoco se puede estar de cañas y tapeo 8 horas al día, y en el otro extremo, tampoco es recomendable un exceso de gimnasio porque te vuelves vigoréxico.
En la misma línea no podemos decir que no hay que trabajar más de la cuenta, ni planchar demasiado ni limpiar mucho los cristales. Eso tampoco es bueno. O no debería serlo.
Pero el cardamomo no tiene contraindicaciones para la salud, que yo sepa, ni para el tamaño de mi trasero, de modo que lo consumo sin moderación.
Chocolate y cardamomo. Naranja y cardamomo. Lima y cardamomo. Calabacines y cardamomo. Ron y cardamomo. Y podría seguir y escribir varias páginas de todo lo que combina bien con esta pequeña baya.
Dulce, salado, lo que sea. Da igual. Hasta le pongo a veces unas semillas al filtro de café de mi cafetera italiana. Para qué renunciar. No pasa muchas veces en la vida que algo te guste, y no perjudique seriamente tu salud.
Así que tendremos que aprovechar, ¿no?
*Maizena es harina refinada de maíz, un espesante. Puede sustituirse por cualquier otra fécula, agar agar o una yema de huevo cocida.
MODUS OPERANDI
Es una receta muy pero que muy sencilla, de esas de ir echando cosas a una sartén en orden y que salga algo rico.
Lo primero que hacemos es ocuparnos del pollo. Retiramos cualquier resto de pluma o suciedad, lo salamos con moderación [la salsa va a llevar soja] y actuamos en función de si tiene piel o no:
Si el pollo tiene piel, lo ponemos en una sartén sin nada de aceite, con la piel hacia abajo, y lo calentamos. Con el calorcito, la piel desprenderá una grasa que hará que nuestro pollo se cocine sin más ayuda, y no quedará grasupiento y pesado. Vamos dando vuelta a los trozos en cuanto se despeguen de la sartén [no los obligues, se despegarán ellos solitos].
Si el pollo no tiene piel, entonces ponemos una cucharada de aceite a calentar en una sartén y cuando esté lista, metemos los trozos de pollo y los rehogamos unos minutos, hasta que se sellen.
Mientras el pollo se va cocinando, exprimimos las dos naranjas, y por otro lado extraemos las semillas de las vainas de cardamomo, y las reducimos a polvo en un mortero.
Cuando el pollo haya cogido un poco de color, añadimos el zumo de naranja reservando dos dedos que no añadimos todavía. En este poquito de zumo, disolvemos la maizena, y lo añadimos a la sartén. La maizena debe disolverse en un líquido frío si no queremos grumos como canicas en nuestra salsa.
Una vez añadido el zumo de naranja, incorporamos el cardamomo, el azúcar moreno, la salsa de soja y la miel. Dejamos que se cocine todo a fuego medio-bajo hasta que se reduzca la salsa y caramelicen los azúcares. Tardará unos 25 minutos, aunque depende del tamaño de las piezas, si haces esto mismo con una pechuga en tiras, en 10 minutillos las tendrás más que listas.
Guarnición
Para la guarnición he preparado arroz basmati integral, que he cocido con dos vainas de cardamomo, guisantes salteados y unas tiras de calabacín también salteado.
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Puzzle De Bloques
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