Para quienes no sepáis qué es el jarabe de arce os diré que es la savia de los arces. Se extrae haciendo una incisión en los troncos, y se reduce hirviéndola hasta obtener este famoso jarabe. Tienen un sabor parecido al caramelo y es perfecto tanto para platos dulces como para salados. Es la primera vez que utilizo el jarabe en una receta salada y el resultado ha sido mucho más que satisfactorio. Judgad vosotros...
Ingredientes para 2 pechugas de pollo:
- 1/2 vaso de salsa de soja baja en sal Kikkoman
- 1/2 vaso de Jarabe de Arce
- 2 ajos grandes
- 2 pechugas de pollo
- Semillas de sésamo
- 1 patata
Echamos la salsa sobre las pechugas y las dejamos macerar, al menos 1 hora. Si lo hacemos de un día para otro... mucho mejor. Una vez maceradas las pechugas, las ponemos a freír en una sartén con un buen chorro de aceite. La salsa sobrante la reservamos: Ahora cocemos la patata entera y con piel con una hoja de laurel.
La forma de preparar la patata es: cocida entera y después la trocearemos y pasaremos un par de minutos por la salsa en la que está macerando las pechugas. La he hecho así porque va a quedar blandica y muy sabrosona.
Cuando esté cocida la pelamos: Y partimos en rodajas gruesas:
Cuando las pechugas estén fritas, sacamos e incorporamos las patatas y encima le ponemos la salsa que teníamos de macerar las pechugas y le damos un par de vueltas para que cojan el sabor de la salsa: Le he puesto unas semillas de sésamo por encima de la carne para tener un toque crujiente....
Y que os voy a decir más.... Que estaba buenísimo, la salsa tiene un toque que no es ni dulce ni salado, es un sabor diferente y especialmente sabroso.
Os aconsejo que la probéis, éste plato si lo ponéis en navidad... vais a quedar como reyes!!!