La situación de la contaminación en Taiwán es muy complicada, tanto que incluso están desarrollando un edificio que "se come la polución" mediante plantas, previsto para funcionar en septiembre. Sin embargo, tres estudiantes de la National Taiwan University of the Arts decidieron actuar desde la prevención y llevaron a cabo un proyecto muy original para concienciar a la población sobre el nivel alarmante de esta problemática.
Como si del lanzamiento de una novedad gastronómica se tratase, Hung I-chen, Guo Yi-hui y Cheng Yu-ti, encontraron en el mundo de los helados una manera de representar la contaminación que afecta a las aguas taiwanesas. Bajo el título de Polluted Water Popsicles, los estudiantes presentaron esta iniciativa basada en la creación de polos con agua contaminada como principal ingrediente. Así, recogieron agua de cien fuentes diferentes como ríos y lagos.
Este proyecto aprovecha el recurso visual de polos reconocibles por cualquiera pero con una estética atractiva que busca impactar en la gente y generar conciencia sobre la polución. Los helados varían tanto de color como de contenido, incluyendo desde suciedades de tonos vibrantes hasta trozos enteros de plástico.
Además, para llevar la recreación al máximo, también diseñaron diferentes envoltorios en los que indican la fuente de la que recogieron el agua para crear cada polo y detalles sobre su contenido.