Revista Cine
Poltergeist (Gil Kenan, 2015. EEUU): muy desafortunada revisitación de aquella (como mucho) espabilada producción, de calidad discutible, de Steven Spielberg, el cual cedería los “privilegios” (apenas se notaron, lo cual abriría una discusión sobre la verdadera autoría del proyecto) de la dirección al realizador de la muy sórdida La matanza de Texas (1974). En dichas labores también se ha producido otro remake, a también menor escala: un cineasta interesante pero indudable y artísticamente menor como Sam Raimi otorgó la dirección a un joven director (bastante) poco conocido, cuya intrascendente labor, predecible por otra parte y asumida como un apático encargo, seguro le abrirá las puertas de otras ñoñerías hollywoodienses. Un reparto donde, excepto Sam Rockwell, único rostro medianamente conocido por el gran público, nadie siente ni padece. Resumiento, una soberana estupidez.