Esta, que admiras, fábrica, esta prima
pompa de la escultura, oh caminante,
en pórfidos rebeldes al diamante,
en metales mordidos de la lima,
tierra sella que tierra nunca oprima;
si ignoras cúya, el pie enfrena ignorante,
y esa inscripción consulta, que elegante
informa bronces, mármoles anima.
Generosa piedad urnas hoy bellas
con majestad vincula, con decoro,
a las heroicas ya cenizas santas
de los que, a un campo de oro cinco estrellas
dejando azules, con mejores plantas,
en campo azul estrellas pisan de oro.
Luis de Góngora. De la capilla de Nuestra Señora del Sagrario, de la Santa Iglesia de Toledo, entierro del Cardenal Sandoval (1616)