Ponte en marcha

La hipertensión afecta ya a entre el 10 y el 15 por ciento de los jóvenes. La tensión elevada se asocia con otro fenómeno que está creciendo, hace años y de forma imparable entre los jóvenes, la obesidad. Los datos han sido publicados recientemente por la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA). El hospital de la Vall d’Hebron acaba de operar, por primera vez en España, a varios adolescentes aquejados de obesidad, ya mórbida. Ni que decir tiene que esos jóvenes no conseguían ver su autoestima desde hacía mucho tiempo, ya en los pies, a causa del volumen de su cuerpo y su estado anímico tenía todos los rasgos de una depresión. Sin necesidad de llegar a esos extremos, y aparte del componente genético que puedan tener, los jóvenes se exponen hoy en día a dosis abusivas de aditivos de todo tipo, sobre todo emocionales, demasiadas preocupaciones también: no hay que olvidar que los niños y los adolescentes son esponjas listas para empaparse de todo lo que les rodea. Ya empapados, aumenta su peso y su masa si no se introduce un cambio en la dieta. No son ajenos ni a las preocupaciones ni ahogos que inciden en estos tiempos de resignación en su entorno familiar o en el de alguno o todos de sus amigos, ni de la depresión general que nos sume en la parálisis de los músculos. Llega un momento en que la falta de ejercicio hace mella, los músculos se atrofian y las articulaciones se oxidan. Por eso la campaña Ponte en marcha! resulta de lo más revolucionario. Hay que salir a la calle, andar cada día, correr delante de los antidisturbios al menos una vez al mes y hacer levantamientos de pancarta también de forma periódica. Todo ello, junto a una buena alimentación con productos sanos, nada que ver con la bazofia televisiva, nos convertirá en una sociedad más sana y en forma. Y estando en forma, no nos alcanzarán.