Los músicos de la ciudad se unen para velar por sus intereses y reivindicar su labor.
Con este espíritu (y un par de pelotas) nació el sábado Pontevedra FERVE: un pequeño paso para un hombre, un gran salto para una comunidad que en muchas ocasiones peca de apuñalarse por la espalda entre sus miembros en cuanto tiene oportunidad, de ahí mi escepticismo inicial.
Aun así, los que están delante, en primera línea de batalla, dando la cara, tienen mi simpatía, mi respeto y mi admiración, además los conozco personalmente y sé que aman la música, independientemente de estilos, preferencias y chorradas varias.
Desde mi humilde punto de vista, esta asociación debería tender puentes entre el Concello y los hosteleros y educarlos de una vez por todas. Educarlos sí. Todo el mundo sabe qué es un penalty (menos Undiano), pero pocos saben que para dar un concierto (aunque sea muy pequeño y acústico) hacen falta una serie de mínimos para que aquello suene de manera aceptable. Ciudades como Pontevedra están llenas de hosteleros bien intencionados que quieren apoyar la música y “hacer conciertos” sin tener ni la más remota idea de lo que eso significa.
─ Chaval, te doy 200 euros, pones tú el equipo…y acuérdate de mover gente ¿eh?
─ Vale… y al acabar… ¿te como el culo también o te conformas con una pajilla?
Este tipo de cosas son las que se tienen que erradicar en la medida de lo posible. El hostelero que quiera hacer un concierto (repito, aunque sea pequeño, que algunos piensan que esto de la música va al peso) que se lo curre un poquito de nada y si no que monte un pizzería.
Un pequeño equipo es una inversión sí, pero tampoco es la Ciudad de la Cultura. Con poco y bien elegido se pueden ofrecer conciertos con cierta calidad sin tener que vacilar al músico que se deja.
El músico medio también invierte y mucho en su música. Clases, equipo, tiempo…así que es normal que cobre un mínimo por su trabajo/hobby.
En la ciudad también ha habido casos de pubs de la ciudad que han pretendido montar conciertos eléctricos (o sea con de todo, batería, bajo, guitarras…) sin tener ni puta idea, ni una sala acondicionada ni nada…solo buena intención. Eso es como intentar meter un jabalí en una pecera, por mucho que quieras, por mucho que lo intentes… va a salir mal.
Así que es una cuestión de educación de los hosteleros, pero también de los músicos. Hay los que quieren tocar a toda costa sin importarle las condiciones, hay los sibaritas que solo tocan si la sala huele a Channel número 5, hay los que juzgan a otros músicos por su estilo, existen también los que escriben chorradas desde su blog y los músicos de postureo…así que me parece que en FERVE tienen chollo para rato. Sería un reto hasta para Adolfo Suárez, me extraña que no le hayan llamado así a la asociación…es lo que se estila.
Pero puede salir bien…está en su mano, en nuestra mano. La gente se unirá a la causa en la medida en que vayan sucediendo cosas, y quizás así, poco a poco, los músicos se vayan subiendo al carro. Es un carro amplio, estoy seguro de que hay sitio para todos: para el rockero, para el metalero, para el popero, para el indie moderno…¡hasta para los bajistas!
¡Suso, Minerva contad conmigo! Si alguien puede hacerlo sois vosotros.
Y los demás, vamos a arrimar el hombro aunque sea por una vez coño, al fin y al cabo y mientras no se demuestre lo contrario es por el bien de todos…estoy seguro de que todos somos muy distintos, pero también estoy seguro que todos queremos lo mismo: tocar con un mínimo de condiciones.
Mi único deseo es que sea para todos, y esta vez de verdad; que no pase como en otras ocasiones en las que los músicos de la ciudad han montado iniciativas culturales idílicas de palabra y sobre el papel que han acabado derivando en algo menos que cotos privados.
PD1: ¡Vais a hacer un montón de amigos!
PD2: Vía Facebook alguien preguntó (desde mi punto de vista no venía a cuento): “¿A quién se considera músico?” La respuesta es muy sencilla: Al que toque algún instrumento y le mole hacerlo, para decir si es bueno o malo…ya está la gente, es decir, el público.
¡Salud hermanos!