Aprovechando que en mayo se celebra la "Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales", el Papa ha enviado a sus sacerdotes un mensaje conminándoles a que anuncien el evangelio a través de la red.
Claro ustedes pensarán que tienen todo el derecho. Claro. Yo no digo ni que si ni que no, ni que no ni que si... solo lo apunto...
Ah! pero yo sí ando precoupada con este tema.
Al parecer, y según me cuentan, el Papa está empeñado en la modernización digital de la Iglesia y quiere dar a conocer la misma a través de los nuevos medios audiovisuales, digitales y demás varidedades para garantizar que la palabra, me refiero a la de ellos, llega a todos los lugares del planeta tierra. Quiere el Papa que sus sacerdotes ayuden a las personas de hoy a descubrir el rostro de Cristo. Perdonen, pero eso dicen que dice.
Ah! sí, sí, sí... Yo ando preocupadísima con este tema.
Pero lo más importantes es que no pretenden llegar a sus acólitos y convencidos. No. Quieren dirigirse con firmeza y rotundidad a la blogosfera no creyente y han prometido, según aquellas fuentes antes mencionadas, hacer un seguimiento total y profundo para que ningún ateo, laico o similar deje de recibir sus enseñanzas salvadoras.
Pero yo me pregunto: ¿y si un día estoy yo en mi casa tan ricamente, escribiendo jugosas entradas ateas y oyendo, un poner, algo de música profana... se me aparece monseñor Rouco en mi blog, sea en los comentarios, sea en un mesanger cualquiera, sea como sea, para intentar salvarme?
Ah! definitivamente: estoy que vivo sin vivir en mí.
¿Se me aparecerá? Yo suelo escribir estas perlas a las tantas de la noche, cuando todo anda oscuro y mi pensamiento hallase inspirandose con la luna.
Oh! dioses del olimpo... más libranos del mal...
Por si acaso les dejo oyendo esta maravillosa pieza que como se llama "Sonnerie de Ste. Genevieve du Mont de Paris" (Marais) lo mismo pasa de largo al ver tanto y tan bello recogimiento.