El otoño ha llegado a la reserva del Saja (Cantabria) y sus bosques lucen preciosas tonalidades rojizas.
Avefría europea (Vanellus vanellus)
He pasado una agradable mañana (21/11/14) por estos montes cántabros y he podido comprobar que la actividad migratoria de ciertas especies se encuentra en pleno apogeo.
Ánsar común (Anser anser)
Acostumbrado a ver a los gansos en la marisma me resulta bastante chocante encontrarlos en las montañas migrando hacia el Sur.
Ánsar común (Anser anser)
Ánsar común (Anser anser)
Algunos me sobrevolaron a escasa altura.
Ánsar común (Anser anser)
Ciervo rojo (Cervus elaphus)
Una madre y su cría separadas por incómodas "barreras arquitectónicas".
Ciervo rojo (Cervus elaphus)
Se ve que están acostumbrados a los vallados y los sortean a las "bravas", sin contemplaciones.
Ciervo rojo (Cervus elaphus)
Ciervo rojo (Cervus elaphus)
Ciervo rojo (Cervus elaphus)
Ciervo rojo (Cervus elaphus)
De nuevo juntos y a salvo.
Pinzón real (Fringilla montifringilla)
Un bando de unos 50 pinzones reales me ha alegrado aún más la mañana.
Bisbita alpino (Anthus spinoletta)
Bastantes pajarillos, por los prados que iba caminando, se levantaban como llevados por el viento; bisbitas alpinos y pratenses, alondras, jilgueros, zorzales comunes y charlos, mirlos comunes y capiblancos, pinzones y camachuelos.
Herrerillo común (Cyanistes caeruleus)
Milano real (Milvus milvus)
Hoy he visto también mis primeros milanos reales de esta invernada.
Milano real (Milvus milvus)
Milano real (Milvus milvus)
Milano real (Milvus milvus)
Zorro rojo (Vulpes vulpes)
De regreso al coche me encontré con un zorro, lástima que tuviese el Sol justo de cara.
Zorro rojo (Vulpes vulpes)
Aunque me agazapé con la esperanza de que se acercase lo máximo posible, el astuto zorro debió intuirme y enseguida se retiró de la pista.
Y dejo para el final a la estrella de la jornada, una especie complicada de ver y aún más de fotografiar.
Perdiz pardilla (Perdix perdix)
Una de las joyas de nuestra avifauna que suele verse fugazmente, cuando levantan vuelo bruscamente, y desaparecen con rapidez en el monte para no dejarse ver más desesperando al observador que se queda con la duda de si lo que acaba de ver ha sido cierto... o no.