En medio de tanta lluvia, y en una semana súper súper ocupada, como el resto de las semanas de este mes, probablemente podría hablaros de algún aspecto muy interesante del chocolate, (yo sé que tenemos muchas cosas pendientes de las cuales he dicho que voy a hablar), pero lo cierto es que no.
Os os voy a hablar de unos chocolates, mis “criaturas”, que tras varios meses de gestación han visto La Luz de las tiendas por fin, este mes de noviembre, jeje, hasta son de noviembre como yo. Eso sí, en unos trajes con los que yo no estoy muy de acuerdo, aspecto que por desgracia escapa de mi control.
Se trata de 3 tabletas, bean to bar, creadas para un tostadero de café aquí en Bergen, cada una de ellas con habas de cacao de un país diferente, elegidas tras una selección de muchas habas, importadas de Amsterdam, a donde llegan desde sus países de origen.
Una de ellas proviene de Madagascar, y en la tableta, de 75%de cacao y sin manteca de cacao añadida, solamente azúcar, se pueden apreciar las notas cítricas tan características de este tipo de cacao, que aún teniendo una genética muy mezclada, pues en la isla hay tanto forastero, el predominante, como trinitario, como criollo, son muy aromáticos.
La otra tableta esta hecha con cacao de Congo, un cacao que se ha plantado alrededor del parque nacional de las montañas Virunga, entre Congo y Rwanda, hogar de los gorilas de lomo plateado, con el objetivo de proteger el ecosistema mediante este cultivo que es sostenible, impidiendo de este modo que la gente tenga que cortar árboles para vender carbón, muy usado allí, como medio de vida. El chocolate en si esta conchado durante 45 horas, y es el más clásico de los tres, con unas notas muy características a avellanas y almendras tostadas y a fresas.Si, parece extraño pero si. Una nueva versión, que me esta esperando hoy en la temperadora, es la versión de Congo conchado al final del proceso con granos de café. Riquiiisimo.
Montañas Virunga - foto de viajes kublai tours
Y la tercera, la tableta hecha con cacao de República Dominicana, de una cooperativa en el sureste de la isla, a la que muchos agricultores con pequeños campos de cacao llevan su cosecha. Se trata básicamente de trinitarias y forasteros, que producen un chocolate muy afrutado con notas a uvas pasas, piel de plátano, y vainilla. Recordemos que la percepción es algo muy personal, pero siempre hay unos rasgos generales.
Así pues, estas son tres nuevas tabletas...ahora es bueno ver qué opina el público...😊 ¿Habéis probado algún chocolate interesante últimamente? Aquí somos todo oídos... Imprimir artículo