Nos fuimos por el Camino Primitivo, desde San Salvador a Santiago, y aunque no resultó duro, cuestión que no esperaba, hacía dos años habíamos hecho el Camino de las Reliquias infinitamente más duro, la pesadez de piernas era tanta, y tampoco los años, que van pasando.
EL tiempo fue un compañero ideal y también un duro adversario, mañanas de plomizas nieblas que pese a la sequía mantienen al Norte verde, , pues las calorinas después de comer eran impresionantes.
Aún así realizamos ambos dos , Maki y yo, cada uno a su rito y bien entender el Camino de Alfonso II El Casto. el llamado Primitivo, que para mi no es otra cosa que una viaje a una de caballo para ver que sucedía en Santiago, pero eso lo iré contando a lo largo de todos estos días.
Desde aquí un saludo a todo los amigos que perdimos por el Camino, porque abandonaron, los que fuimos dejando atrás, y con aquellos que nos reunimos en la Plaza de la Catedral.
Ahora queda la tarea de contar todo ese periplo, de deshacer algunos tópicos y entuertos, y rehacer las vulgatas canónicas , que es tan apasionante como caminar, pues en ese caminar se aprenden muchas cosas,
Victor Guerra