Por la viena de elisabeth christine de braunschweig-wolfenbüttel

Cuando escribí el post “una novia en Santa Maria del Mar” ya había viajado a Viena con anterioridad. Ese primer viaje a la capital austriaca se centró, principalmente, en descubrir la ciudad en general, aunque no negaré que la curiosidad por los Habsburgo ya me llevaron a recorrer los apartamentos imperiales y el museo Sisi del Hofburg, la cripta imperial que hay bajo la Kapuzinerkirche, así como al museo Heeresgeschichtliches, donde está expuesto el coche en el que fue asesinado el archiduque Francisco Fernando y su esposa Sofia von Hohemberg, durante su visita a Sarajevo el 28 de junio de 1914.

Medallón con la imagen de la emperatriz Elisabeth Christine sobre su sarcófago, en la cripta de los capuchinos

Pero tras finalizar la investigación bibliográfica y documental que realicé el citado post, y descubrir que otra emperatriz austriaca -Elisabeth Christine von Braunscheweig-Wolfenbüttel- se casó en Santa María del Mar y residió en Barcelona, la necesidad de regresar a Viena apareció en mi agenda de pendientes. Esta vez sería para recorrer la ciudad buscando las huellas que todavía se conservaban de ella. Si, las huellas que nuestra apreciada weisse Liesel dejó allá.

Desde ese momento, mi interés por regresar a Viena se fue incrementando, por lo que no dejé pasar la oportunidad de ir allá de nuevo tan pronto se me presentó. Esta vez no sería una escapa de fin de semana, sino que la visita formaría parte de una ruta en tren por las cuatro capitales imperiales centroeuropeas. Una especie de “interrail para seniors”, y sin limitaciones económicas, que nos permitió recorrer Budapest, Bratislava, Viena y Praga, y que ya explicaré con más detalle en un nuevo artículo, por si a alguien le pudiese interesar.

Un paseo por la Viena de Elisabeth Christine

Y de toda esa ruta, hoy solo me voy a centrar en dar un paseo por Viena siguiendo el rastro de la emperatriz. Un paseo que nos va a llevar a cinco lugares diferentes, donde encontramos algún detalle relacionado con ella.

El Hofburg

Evidentemente, en una ruta temática sobre una emperatriz de la casa de los Habsburgo es imposible no empezar por la residencia oficial de esa casa imperial durante más de 600 años.

Der Reichskanzleitrakt (El Ala de la Cancillería Imperial) es el edificio del Hofburg en donde vivió y trabajó Carlos VI y su familia. (Foto: Wikimedia Commons).

Como ya he comentado, si mi primera visita al palacio me llevó a interesarme por todo lo relacionado con la emperatriz Sisi, en esta ocasión la protagonista de mi visita fue la búsqueda de la emperatriz “wiesse Liesel”.

En la visita no se encuentran demasiados elementos relacionados con ella, pero ese fue su lugar de residencia durante sus años de emperatriz consorte, y donde dio a luz a sus cuatro hijos. Y allí vivió desde su regreso de Barcelona hasta que quedo viuda y se trasladó al palacio de Hetzendorf.

El palacio está situado en una de las zonas más distinguidas de Viena, conocida como “la Viena imperial”, donde destacan las tiendas elegantes, las galerías de arte y los cafés (un destinado obligado en cualquier visita a la capital austriaca).

Servicio de mesa expuesto en la silberKammer del Hofburg, que muestra la etiqueta que se sigue en un banquete de estado.

Conocido como el palacio de invierno, Hofburg significa “castillo de la corte”, lo que hace referencia a que en un principio fue un alcázar urbano que, con los años y las ampliaciones llegaría a convertirse en el fabuloso complejo de edificios que hoy en día conforman el palacio, y que no paró de crecer hasta pocos años antes de la caída de la dinastía de los Habsburgo.

Data del siglo XIII y fue construido por el rey Ottokar II de Bohemia, convirtiéndose en la residencia de los Duques de Austria, casa aristocrática a la que también pertenecía dicho rey. Entre mediados el siglo XV y principios del siglo XX fue la residencia oficial de los emperadores austriacos. Y en la actualidad es la del presidente de la Federación Austriaca, como jefe del estado.

Durante el periodo en que el emperador Carlos VI y su esposa Elisabeth Cristina habitaron el palacio (1711-1740) se llevaron a cabo diferentes ampliaciones y adaptaciones al estilo barroco. Entre otras: la Biblioteca Nacional, la Escuela de Equitación de Invierno y el Ala de la Cancillería del Imperio.

Entre las piezas de plata, menaje, porcelana y cristalería (más de 7000 artículos) que hay en la colección imperial (más de 7000 artículos), y que se expone en la silberKammer del Hofburg, hay que destacar un servicio de viaje que pertenecía a Elisabeth Christina.

Servicio de desayuno de la emperatriz Mª Teresa, que nos sirve para ilustrar cómo se preparaba una mesa en el día a día de la familia imperial, en el siglo XVIII

Mas info:
Wien.info: Hofburg y Heldenplatz
Viennapass.de: el palacio imperial de Hofburg

La Osterreichische Nationalbibliothek

Sin dejar el recinto del Hofburg, en esta ruta temática también podemos incluir una visita a la Biblioteca Nacional Austriaca por varias razones, además de ser una de las bibliotecas más bonitas a nivel mundial, y la más grande de estilo barroco que hay en Europa.

Prunksaal y la estatua del emperador Carlos VI vestido de Hércules. [Foto: Osterreichische Nationalbibliothek]

Por un lado, porque tiene sus orígenes en la colección particular de los Habsburgo, y porque fue el emperador Carlos VI quien, en 1722, promovió la construcción de una sede permanente en el Hofburg.

Por el otro, porque entre los fondos de la biblioteca se guardan diferentes documentos relacionados con la emperatriz, entre los que destacan retratos y libros, especialmente.

Muestra de uno de los retratos de la emperatriz que se conservan entre los fondos de la biblioteca nacional de Austria (Foto: Wikimedia Commons)

De la consulta realizada a través del buscador virtual, queremos destacar dos libros, cuyo contenido tiene relación con la estancia de la archiduquesa en Barcelona:

“Carta que escribió la señora archiduquesa a su querido esposo Don Carlos, archiduque de Austria” (en castellano antiguo) y

“Viva la reyna: el viaje nupcial de la reina española Elisabeth Christine de Braunschweig-Wolfenbüttel de Viena a Barcelona reflejado en reportajes contemporáneos” (en alemán).

Más info:
Österreichischen Nationalbibliothek

El palacio de Schönbrunn

Es otro de los lugares en donde se conserva la huella de la emperatriz. Concretamente en el gabinete de desayuno (das frühstückskabinett), situado en la ala sud-oeste del palacio.

En dicha sala se pueden ver como los paneles que recubren las paredes están decorados con unos medallones de flores que, según dejó escrito el conde Zinzendorf en su diario tras una visita al palacio en 1761, los había pintado la emperatriz Elisabeth Christina,

Sala de desayuno. [Foto: Tour virtual por el Palacio de Schönbrunn]

Según explican, la muestra artística que hay en esta sala es una de las diferentes muestras que dejan constancia de la participación de algunos miembros de la familia imperial, con dotes artísticas, que contribuyeron a la decoración del interior del palacio.

Panorámicas de Viena desde la Glorieta del palacio de Schönbrunn

Más info:
Schönbrunn Palace

El palacio de Hetzendorf

Aunque no es uno de los palacios más conocidos de Viena, en nuestra ruta temática por la ciudad nos obliga a visitarlo sí o sí. Aunque fuera del recinto, el Schloss Hetzendorf está unido al palacio de Shönbrunn a través de la Schönbrunner Allee.

Fachada principal. [Foto: Stad Wien]

Allí es donde la emperatriz Elisabeth Christina se retiró tras enviudar y después que su hija Mª Teresa ascendiese al trono.

En sus inicios, el edificio original, construido en 1694 por una familia aristocrática, fue un refugio de caza que se construyó en el patio de un monasterio agustino, situado en el suburbio de Hetzendorf, a las afueras de Viena. A principios del siglo XVIII, el Thunhof se transformó en un palacio de estilo barroco, con jardín y patio de honor.

En 1742 la emperatriz Mª Teresa lo adquirió para convertirlo en la residencia imperial donde retirarse las viudas y los jubilados reales, inaugurando esa función la propia emperatriz Elisabeth Cristina, ya que vivió allí su viudedad hasta su muerte, en 1750.

El arquitecto de la corte, Nicolo Pacasi, se encargó de ampliarlo y construir una capilla, y diferentes artistas de renombre participaron en la decoración interior, dejando algunas obras muy destacadas.

Tras su retiro a Hetzendorf, Elisabeth Christine dejó de tener cualquier tipo de influencia política durante el reinado de su hija. Llegó a conocer a once de los 16 hijos que tuvo Mª Teresa, y sobrevivió a tres de sus cuatro hijos, dos de ellos fallecidos en la infancia y la archiduquesa Maria Anna tras el parto de su primer hijo, que también nació muerto.

Actualmente el palacio, que tras el fin de los Habsburgo pasó a ser propiedad del estado austriaco, es la sede de la escuela de moda Hetzendorf, y dispone de diferentes salas para alquilar como espacio para eventos o rodaje.

Más info:
Schloss Hetzendorf

Viena film commission | Hetzendorf Palace

La cripta imperial

Bajo la Kapuzinerkirche se encuentran las bóvedas de la Kaisergruft, la cripta imperial de los Habsburgo, en donde descansan los restos de 138 miembros de la rama vienesa de dicha familia imperial.

Sarcófago de la emperatriz Elisabeth Christine

Detalle del sarcófago de la emperatriz

La idea de crear una cripta como lugar de enterramiento bajo un claustro monástico y próxima al Hofburg fue de la emperatriz Ana de Tirol, cuyos restos y los de su esposo, el emperador Matthias I, fueron los primeros en trasladarse al lugar tras la consagración de la iglesia en 1632.

Elisabeth Christina falleció el 21 de diciembre de 1750, a la edad de 59 y con una salud destrozada a causa de los tratamientos de fertilización a los que se sometió hasta que pudo quedarse embarazada. Tiene el honor de ser la emperatriz consorte que tuvo el cargo durante mas años, concretamente 29.

Tal y como mandaba el protocolo funerario imperial de aquella época (aplicado entre 1654 y 1878), se le extrajeron el corazón y las entrañas y se depositaron, respectivamente, en la Cripta del Corazón de la Iglesia de los Frailes Agustinos y en la Cripta Ducal de la Catedral de Sant Estevan.

La Domkirche St. Stephan, que se conoce popularmente como Stephansdom

Su cuerpo descansa en la cripta imperial frente al de su marido, en un sarcófago que fue la primera obra del escultor austríaco Balthasar Ferdinand Moll, y se caracteriza por el grabado que hay en uno de sus laterales que reproduce su llegada en barco al puerto de Barcelona.

A pesar de que darse un paseo por la cripta puede resultar un tanto “creepy”, vale mucho la pena por la riqueza artística que hay en muchos de los sarcófagos.

Evidentemente, el mas espectacular es el de la emperatriz Mª Teresa, y el más visitado -por la cantidad de flores que tiene frente a él- es el de la emperatriz Sisi, situado junto al del emperador Francisco José y al de su hijo, el archiduque Rodolfo, quien protagonizó la tragedia de Mayerling.

Inscripción en el sarcófago de la emperatriz, que indica que se casó en Barcelona.

Detalle del sarcófago, que reproduce la llegada de la princesa a Barcelona, para contraer matrimonio.

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El Kaiserliches Hofmobiliendepot

En el Neubau está otro de los lugares a los que nos lleva nuestra ruta de hoy. Se trata de un museo, en donde algunos de sus espacios te pueden llegar a recordar a un gran almacén de muebles. Pero, aunque resulte extraño que haya un museo así, la verdad es que la visita vale mucho la pena.

Un museo que parece un almacén, función que de hecho fue el que lo originó.

Colección de cabeceros de cama guardados en el museo del mueble, cual almacén

De hecho, el origen del museo está en el departamento que dirigía el Hofmobilieninspektor de la Corte, desde donde se inventariaban, guardaban y transportaban los muebles que pertenecían a la familia imperial, creado en 1747 por la emperatriz Mª Teresa.

Los muebles y artículos de decoración expuestos sirven para conocer el estilo de vida y los gustos de los Habsburgo a lo largo de los años, así como la evolución de la moda vienesa en la decoración de los interiores entre los siglos XVIII, XIX y principios del XX. Hay desde piezas corrientes pero curiosas por su excentricidad, hasta otras imposible de valorar; todas ellas ideales para evocar la vida diaria de la familia imperial.

Colección de espejos de diferentes formas y tamaños

Como suele pasar en Viena, la exposición permanente destaca principalmente enseres usados por la emperatriz Isabel, aunque también encontramos dos que pertenecieron a la emperatriz Elizabeth Christine.

Una silla de ruedas de terciopelo verde que tuvo que usar la emperatriz Elisabeth Christine, y de la que dependía para poderse mover, como resultado del deterioro físico que le provocaron las grandes cantidades de comida y vino tinto que le prescribieron como tratamiento de fertilidad.

En el museo del mueble está expuesta una silla de ruedas que tuvo que usar la emperatriz a causa de los problemas físicos que padeció, especialmente, al final de su vida.

Una espectacular mesita de juego hecha de marquetería, que se cree fue un regalo de bodas de Carlos VI e Elisabeth Christine, en 1708. En cada una de las esquinas sobresalientes de la mesa se distinguen los monogramas entrelazados de la pareja imperial, con las letras C y E.

Mesa de juego, realizada en marquetería, posible regalo de bodas de Carlos y Elisabeth Christine

Más info:
Möbelmuseumwien

Epílogo

Acabamos aquí nuestra propuesta de paseo por Viena tras la huella de nuestra apreciada weisse Liesel, siendo conscientes de que seguro que nos dejamos otros lugares que podría ser interesante incluir.

Sin embargo, nos hemos limitado a incluir los que nos ha quedado claro que están directamente relacionados con la figura de la princesa Elisabeth Christine (posterior archiduquesa y gobernadora general de Catalunya), durante el tiempo que vivió como emperatriz tras su regreso a Austria.

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Petjada catalana: Viena

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