En estos días, la noticia de que el Gobierno ha aprobado la ley del aborto más restrictiva de la democracia, ha levantado las críticas y el más profundo rechazo de la sociedad española.
¿Pero quienes se ha creído que son? ¿Acaso ellos están dentro de nuestros ovarios para decidir lo que debemos o no debemos hacer?.
Con el anteproyecto de la nueva ley del aborto lo único que van a conseguir es que hayan más adolescentes embarazadas, más familias pobres que tendrán que asumir la llegada de otro nuevo miembro que no podrán alimentar, más personas que aunque sepan que su niño nacerá mal, tendrán que buscarse la vida para poder darle la atención personalizada y los cuidados que necesite, más mujeres que mueran por abortos mal realizados y en malas condiciones... Pero, por supuesto, no quitaran los recortes de las ayudas a personas discapacitadas y a los cuidadores, nos seguiran hinchando a impuestos que para nada ayudaran a esas familias que necesitarán alimentar a sus bebés, ni darán la adecuada educación de reproducción sexual a los niños, y seguirán poniendo trabas a los anticonceptivos y a la píldora del día después.
Es verdaderamente irritante y pensarlo me saca de mis casillas, por decirlo finamente, saber que unas cuantas personas muy influenciadas por la Iglesia, se vean con el derecho de decidir lo que tenemos que hacer con nuestro cuerpo y con nuestra vida.
Una mujer que aborta no lo hace por gusto, es un proceso de mucho estrés y dolor para que además añadan más impedimentos, como el hecho de tener que consultar a dos médicos distintos al facultativo que lo vaya a practicar y de diferentes centros sanitarios.
No somos meros recipientes, somos personas que después de tanto luchar por nuestros derechos, estamos viendo que nos están metiendo en la máquina del tiempo hacia el pasado... un gran paso atrás.
Al final, las mujeres que puedan permitírselo se irán a abortar a Londres o a París, como antiguamente se hacía, y la menos pudientes buscarán quien se lo haga de forma oscura y a escondidas, en una habitación insaluble y con material oxidado, poniendo en riesgo su vida por infección o por desangrado. Sin olvidar que estará cometiendo un delito como si de una delincuente se tratara.
En referencia a las enfermas renales, habrá que tener mucho cuidado para no quedar embarazadas en muchos casos, como cuando el trasplante renal no está en su mejor momento y no es conveniente un embarazo, o, estás en pre-diálisis y un embarazo aceleraría la entrada en diálisis.
Ya no podremos decidir por nosotras mismas, como si fueramos un ser débil o inútil... con capacidades nulas.
Ojalá se unan todas las mujeres y hagan fuerza para evitar esta ley tan déspota y cruel.
Firma la petición:
Al Ministro Alberto Ruíz Gallardón: Queremos que se retire el anteproyecto de contrarreforma de la ley del aborto en el Estado Español.
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