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¿Por qué 100.000 personas quieren fuera de EE.UU. a Justin Bieber?

Publicado el 29 enero 2014 por Noticias Favoritas
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17.   Abre un blog o simplemente escribe algo cada día. Empieza a escribir un blog personal o sobre algún tema que te interese. Es una experiencia muy recomendable…y gratis.

18.   Actualiza tu CV. No importa que no estés buscando trabajo. Probablemente habrá óvenes siguen. Qué clase de ejemplo estamos permitiendo como sociedad!

¿Cómo influye la fama en la vida de los artistas jóvenes?

Tenemos un sin número de ejemplo de artistas jóvenes que han dado que hablar en los medios de comunicación de un país u otro, Britney Spears, Paris Hilton, y Lidsay Lohan son algunos de los ejemplos más conocidos, por sus escándalos de drogas, alcohol y arrestos policiales.

La fama muestra de esta manera que contribuye a destruir la vida de quienes la protagonizan, ¿Cómo queremos combatir el uso de drogas entre los jóvenes, cuando su consumo representa estatus, popularidad y aceptación entre nuestros jóvenes, y sus ídolos musicales la consumen como si de chocolates se tratara?

Justin Bieber en sus inicios fue un adolescente que cumplió su sueño de alcanzar la fama como artista profesional, codearse con varios artistas importantes internacionalmente, salir de la comodidad de su hogar en Canadá a disfrutar de hoteles cinco estrellas y extensas giras a lo largo y ancho del planeta.

Y en algún momento de todo ese ascenso al “éxito” sucumbió a un mundo de excesos, diversión, e irresponsabilidad y la pregunta es ¿Cuántas vidas jóvenes más, va a arruinar la fama? Porque la realidad es que, Hollywood fabrica estrellas pop cada año, que les genera millones de dólares en ganancias pero de la misma manera todo ese descontrol perjudica la misma cantidad de chicos.

Justin Bieber es un ícono que lastimosamente perdió el control de su vida a cargo de los publicistas, asesores de imagen, abogados, y todo el montón de personas que se aseguran de sacarlo libre de sus travesuras, ahora los medios de comunicación anuncian que se entregó a la justicia canadiense pero ¿quién nos asegura que no es una maniobra de marketing?

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in situ en 3 pacientes: uno con enfermedad de Crohn, otro con rectocolitis ulcerosa y un tercero programado para radioterapia adyuvante por recaída bioquímica después de PRR, en el que un sarcoma de la próstata se asoció simultáneamente con el adenocarcinoma.
Tabla 1 Características de los pacientes
Manejo quirúrgico de las fístulas rectourinarias por vía transrectal sagital posterior

DiscusiónLa FRU es una rara condición que puede ser congénita o adquirida. La prostatectomía abierta o laparoscópica, para enfermedad prostática benigna o maligna, es la causa más común en el desarrollo de las FRU [3,4], especialmente en pacientes tratados previamente con cirugía rectal, resección prostática transuretral o radioterapia [6]. De acuerdo con datos recientes, la ocurrencia de una lesión rectal después de una PRR es del 1-9% [7]. Se ha asociado el aumento en la ocurrencia de la FRU, con la curva de aprendizaje de la prostatectomía laparoscópica [7]. Las FRU adquiridas en el hombre, pueden deberse a cirugía ano-rectal, crioterapia [8,9], braquiterapia [10], radioterapia pelviana, trauma externo penetrante [8,9], uso de instrumentació   Bebe más agua. Al menos 8 vasos todos los días. Unos 2 litros.

94.   Paga a tiempo. Intenta llevar todos tus pagos al día. Dormirás mejor.

95.   No contestes siempre al teléfono. El teléfono está para darte un servicio a ti, no a los demás. Devuelve las llamadas si crees que puede ser urgente. Pero tranquilo, si es importante volverán a llamar.

96.   No te preocupes tanto. Dejar de preocuparte por lo que pueda ocurrir, porque todavía no ha sucedido, y probablemente no suceda.

97.   Lee estos blogs; están llenos de buenos consejos: Zen Habits, Mnmlist, ThinkWasabi, Optima Infinito, El Canasto, DuTudu, Uncluttered, Hábitos Vitales, etc.

98.   Escucha más música. Descubre y escucha música nueva. Dicen que uno se hace mayor en el momento que deja de renovar su música.

99.   Conoce tu ciudad. ¿Saben más sobre tu ciudad los turistas? No lo permitas. Prepara ya una visita turística a la zona histórica de tu ciudad. No olvides la cámara.

100.  Acoge un perro. Cada año se abandonan miles de animales en las calles. Todos ellos necesitan una segunda oportunidad. Acoge en la Asociación Protectora de Animales de tu ciudad.

101.  Sonríe más. Esta es gratis. Sonríe a alguien que no conoces.

Elige la idea que más te guste. Espero tus comentarios y sugerencias de lecturas. La lista estará abierta a alguna modificación hasta final de año.

27 de diciembre de 2010

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Fuente: Enrique Benimeli  

Imagen: Thinking   

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- 52 hábitos productivos fundamentales n uretral [11] y también como consecuencia de enfermedad rectal maligna cáncer prostático localmente avanzado [12], tuberculosis [12], rotura de un absceso prostático [13], enfermedad de Crohn [14], ablación crioquirúrgica de la próstata [15] y tratamiento con ultrasonido de alta intensidad [16]. El diagnóstico de FRU congénita es infrecuente y ocurre casi exclusivamente en niños, asociado con el ano imperforado [17].
La presencia de una FRU puede sospecharse cuando se diagnostican signos y síntomas clínicos como infecciones del tracto urinario, fecaluria, hematuria, fiebre, náusea o vómito o, incluso, peritonitis y sepsis. La uretrografía retrógrada con fase de vaciado, garantiza un diagnóstico definitivo y brinda la localización precisa del origen de la fístula, junto con su recorrido y extensión, que constituyen parámetros necesarios para una correcta planificación operatoria. Las imágenes del tracto urinario superior son útiles para observar todo el tracto urinario [1]. La cistoscopía y la rectosigmoideoscopía permiten la visualización del segmento comprometido [18] y la realización de una biopsia de los márgenes fistulosos, para excluir el cáncer recidivado [18].
La reparación quirúrgica es el mejor tratamiento, porque el manejo conservador con drenaje por catéter, reposo intestinal y alimentación endovenosa, es usualmente inefectivo [9,19]. Se han reportado algunos resultados favorables con la aplicación de adhesivo de fibrina, sutura endoscópica o fulguración del tracto fistuloso, pero la experiencia reportada es muy limitada [20]. De acuerdo con Borland y Walsh [21], la mejor manera de evitar el desarrollo de fístulas es tratar las lesiones intraoperatorias en el momento en que ocurren, obviamente si son sospechadas y/o identificadas a tiempo.
La reparación operatoria de las FRU es a menudo compleja y desafiante. Los principios quirúrgicos que deben ser cuidadosamente respetados son: exposición adecuada del tracto fistuloso; remoción del tejido desvitalizado y/o isquémico; cuidadosa separación de los órganos involucrados; y cierre de la fístula con tejido bien vascularizados, en planos múltiples, para evitar la infección [1].
Se han propuesto técnicas únicas o en etapas, posiblemente con el posicionamiento de un tubo de cistostomía suprapúbico y, casi necesariamente, una colostomía, para la reparación de las FRU. Dos de los principales problemas son el momento y la necesidad u otra razón para efectuar una derivación fecal. Algunos autores proponen un abordaje en una sola etapa, con reparación inmediata de la FRU sin derivación fecal, en pacientes con fístulas pequeñas o aquellos sin abscesos locales o infección, y en pacientes en los que la fístula aparece más allá de las 6-8 semanas postoperatoriamente [5]. La reparación en etapas con la creación de una derivación fecal parece ser imperativa para los grandes tractos fistulosos, pacientes inmunocomprometidos, radioterapia previa, infecciones no controladas y fístulas que ocurren en el período postoperatorio temprano [5,19].
Se ha propuesto una variedad de rutas de acceso operatorio, pero no es fácil identificar la ideal, debido a la relativa rareza de esta condición. Los abordajes para-rectal posterior [22] o transabdominal y transvesical [23], el acceso perineal [24], la dilatación del esfínter anal sin su incisión [25], la cirugía transesfinteriana [8] o los abordajes combinados [26], son todos factibles. Cada técnica tiene sus pros y sus contras: el abordaje transabdominal es más familiar para la mayorños, incluyendo el abordaje de York.-Mason, un procedimiento, transesfinteriano transrectal, que ofrece una tasa alta de éxito con baja morbilidad [3,4]. Los autores de este trabajo describen su experiencia de 20 años con ese procedimiento para el manejo quirúrgico de las FRU.
Material y métodosSe revisaron retrospectivamente los registros médicos de todos los pacientes con FRU tratados quirúrgicamente con el procedimiento de York-Mason, entre 1988 y 2000, en el departamento quirúrgico en donde se desempeñan los autores. Los síntomas presentes fueron: fecaluria, neumaturia, infecciones recurrentes del tracto urinario y/o filtración de orina por recto. La mayoría de los pacientes desarrolló una FRU después de una prostatectomía radical retropubiana (PRR). Los pacientes restantes habían sido sometidos a adenomectomía prostática transvesical o cistectomía radical con neovejiga ortotópica ileal. En un paciente, la FRU siguió a varios procedimientos endoscópicos por una malformación uretral congénita. Todos los pacientes, excepto uno, fueron evaluados preoperatoriamente con uretrografía retrógrada, cistoscopía y rectosigmoideoscopía, para confirmar el diagnóstico correcto e identificar el origen de los orificios fistulosos.
Hasta el año 2009, la cistostomía suprapubiana y la colostomía fueron realizadas en todos los pacientes, antes de la reparación de la FRU. Desde el año 2010, los pacientes han sido sometidos sólo a colostomía. Los pacientes fueron tratados con la técnica de York-Mason como se describiera previamente [2,5]. En ese procedimiento, el paciente es colocado en posición de navaja y se usa una cinta adhesiva para separar las nalgas. La piel es incidida desde la articulación sacro-coccígea hasta el margen anal y se incide el tejido subcutáneo (Figura 1). Los haces musculares del esfínter anal posterior son separados capa por capa y se colocan suturas para marcar las capas y facilitar la reconstrucción del esfínter al final del procedimiento. Luego, el esfínter anal posterior es seccionado. En este punto, la mucosa del ano posterior y todo el espesor de la pared rectal posterior son separadas a lo largo de toda la longitud de la incisión. La superficie anterior de la pared rectal es expuesta claramente, utilizando un separador de Sauerbruch, haciendo visible el orificio de la fístula. Se realiza una amplia incisión rodeándolo y se reseca todo el tracto fistuloso, exponiendo el catéter colocado previamente dentro de la uretra. El defecto uretral es cerrado con suturas reabsorbibles separadas (Vicryl 3-0) en una capa, si es posible transversalmente, de manera de minimizar cualquier estrechez uretral.El defecto rectal es suturado con técnica de “chaleco sobre pantalón” y la mucosa rectal es cerrada con un plano de suturas separadas reabsorbibles. La mucosa anal es cerrada con suturas reabsorbibles y todas las capas del esfía de los cirujanos y garantiza la disponibilidad del epiplón, que puede ser interpuesto. Ese abordaje tiene las desventajas de un espacio quirúrgico limitado y el riesgo aumentado de incontinencia fecal y posible impotencia posteriormente [23]. El abordaje perineal es familiar para muchos urólogos y, aunque permite la interposición de tejido conectivo, la cicatrización puede hacer difícil la disección de los planos tisulares [24]. El abordaje anterior trans-ano-rectal asegura una excelente exposición, mínima pérdida de sangre y la disponibilidad de tejido para interponer, pero parece ser esencial permanecer en la línea media durante la cirugía, para evitar una impotencia posterior [27]. El acceso perianal no causa cicatrización y tiene una tasa disminuida de infección de la herida, aunque el tracto fistuloso no es bien expuesto y la maniobrabilidad instrumental es potencialmente pobre [25]. El abordaje latero-sacro de Kraske se asocia con un alto riesgo de incontinencia, tanto fecal como urinaria, debido a la posible denervación y a la formación de estenosis [22].
Se ha propuesto un sistema de clasificación para las FRU, para identificar claramente el tratamiento apropiado y el abordaje operatorio para cada paciente (Tabla 2) [28].
Tabla 2 Sistema de clasificación de las fístulas rectourinarias

Manejo quirúrgico de las fístulas rectourinarias por vía transrectal sagital posterior

Con el abordaje de York- Mason no es necesario interponer colgajos de tejido vascularizado, en contraste con las otras técnicas mencionadas; esto es, la interposición de tejido no es obligatoria para el cierre exitoso.El abordaje de York-Mason parece permitir alcanzar las mayores tasas de continencia fecal y urinaria, cuando las distintas capas del esfínter anal son identificadas y respetadas [5]. Los resultados de esta serie confirman que el abordaje transesfinteriano transrectal posterior propuesto por York-Mason permite maniobrabilidad, excelente exposición del tracto fistuloso, disección sin cicatrices, reparación meticulosa y mínimo riesgo de pérdida sanguínea e incontinencia. Además, el tiempo operatorio y la estadía hospitalaria son relativamente cortas [2]. El presente estudio apoya los datos de otros reportes contemporáneos evaluando la tasa de éxito después de la reparación de la FRU con la técnica de York-Mason (Tabla 3). Las FRU recidivadas también han sido tratadas exitosamente con esa técnica [31].
Tabla 3 Reportes contemporáneos de la técnica de York-Mason para la reparación de la FRU
Manejo quirúrgico de las fístulas rectourinarias por vía transrectal sagital posterior

En la experiencia de los autores, el cierre por planos y transversal, evitando el solapado de las líneas de sutura, también es necesario para prevenir el riesgo de fístula y el desarrollo de estenosis uretrales [2]. Además, todos los pacientes mantuvieron la continencia fecal después del cierre de la colostomía.El dolor postoperatorio y las complicaciones de la herida son dos de las desventajas de este abordaje. Las fístulas rectocutáneas se describen en el 5-7% de los pacientes tratados con la técnica de York-Mason, aun cuando la reparación es efectuada por cirujanos experimentados [5], pero – como lo confirma la experiencia de los autores – las fístulas pueden cerrar espontáneamente con medicaciones diarias.
Dal Moro F, Secco S, Valotto C, Mancini M, Beltrami P, Zattoni F.Department of Oncological and Surgical Sciences, Urology Clinic, University of Padova, ItalySurgery 2011; 150(5): 975-979


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