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Por qué aplicar consecuencias y no castigos

Publicado el 20 enero 2022 por Orientablog @colegioalarcon

Los niños o adolescentes que se portan mal, lo hacen porque se sienten mal. Tenemos que tener en cuenta dos cosas, por un lado, la parte emocional de las conductas que hacen y, por otro, que los errores son oportunidades de aprendizaje. Un enfoque basado en soluciones, no en castigos, sin culpabilizar, teniendo en cuenta las mejoras del comportamiento y reconociendo los pequeños avances, son los ingredientes necesarios para producir un cambio a corto, medio y largo plazo.

Los castigos no consideran la parte emocional, provoca humillaciones, e incrementan la posibilidad de mal comportamiento en el futuro. Cuando actuamos bajo estos medios, no les ayudamos a pensar sobre su forma de actuar y no les ofrecemos otras alternativas de comportarse cuando se repita la situación.

Pero, antes una situación problemática, ¿cómo debemos actuar para evitar los castigos?

  • Trata de averiguar el mensaje escondido detrás de cada mal comportamiento. Con frecuencia señalan alguna necesidad: llamar la atención, tener el poder sobre una situación, buscar venganza, sentirse incompetente en algo.
  • Date un respiro antes de actuar impulsivamente. Evita perder el control.
  • A la hora de corregir, usa palabras simples, haz que tu mensaje sea breve y claro con un tono de voz no suene alterado o demasiado fuerte. Evita gritar.
  • Implica a tus hijos en las soluciones cuando se trata de problemas leves. Por ejemplo, “¿Cómo podríamos solucionar este lío de tu habitación?” u ofrece opciones para realizar determinadas actividades: “¿quieres limpiar tu cuarto o recoger la ropa?” con ello, aprenderá a solucionar problemas y estará motivado para actuar.
  • Establece periódicamente reuniones familiares para tratar dificultades o decisiones de temas que afecten a toda la familia. De esta manera tus hijos aprenderán a solucionar los temas que les afecten a ellos y tendrán oportunidad de ayudarse unos a otros.
  • Establece límites y reglas claras, definiendo con antelación las consecuencias lógicas por no atenerse a ellos. Trata de tener en cuenta las 3 R´s de las consecuencias lógicas: 1) Relativas; es decir relacionadas con el comportamiento; 2) Respetuosas; es decir, aplicarse sin cólera, fuerza, ni humillación, y 3) Razonables; o sea, acordes con la gravedad y deben parecer razonables al padre y a los hijos porque han sido previamente explicadas y decididas. Permite que tu hijo afronte las consecuencias naturales de sus actos.

Aprende a diferenciar entre lo que tus hijos sienten y lo que hacen es importante.  Son reacciones naturales y no debemos negárselas. Ante un comportamiento inadecuado, desaprobamos la conducta, no a tu hijo. Tiene derecho a tener sentimientos por las cosas que le pasan y le podemos ayudar a entender que todos tenemos que aprender a controlar lo que hacemos.

La entrada (Por qué aplicar consecuencias y no castigos), se publicó originalmente en Orientablog


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