Si estamos pensando en qué tipo de vegetales podemos cultivar en nuestra huerta, el ajo puede ser una muy buena opción. Al cultivar ajo, estamos cultivando una de los mejores cultivos para tener en una huerta vertical o huerto urbano ya que es un tipo de cultivo que crece poco, con lo cual, no se necesitará mucho espacio para crearlo. De buenas a primeras es bueno saber que existen dos tipos de ajos: el de cuello duro y el de cuello blando.
El ajo de cuello duro, como su nombre lo indica, tiene un tallo más consistente y un racimo de ajos encima además de generar flores. Con el tiempo, fuera del cultivo, suelen empezar a generar raíces además de que tienden a secarse. La cantidad de dientes varía entre 3 y 12, y dentro de esta categoría encontramos los llamados: Merrifield Rocambole, Asian Tempest, German Red, Spanish Roja Rocamboie. La característica principal de éste tipo de ajo es que su sabor es más suave que el ajo de cuello blando.
El ajo de cuello blando, tiene un sabor más fuerte que el ajo de cuello duro, y un tiempo más prolongado de vida, aproximadamente entre 7 y 9 meses sin ponerse en mal estado. Entre ellos encontramos con: Inchellium red, New York white y Susanville.
También podemos encontrar diferencias en los ajos según su color, Ajo Rosado, Ajo Violeta, Ajo Blanco, Ajo Castaño, Ajo Morado, Ajo Colorado y el Ajo negro. Todos tienen diferentes propiedades y diferentes formas de cultivo y fermentación.
Cultivar ajo, puede ser muy beneficioso para nuestra salud. Si bien es un alimento que se suele utilizar como condimento para los alimentos, dándole un mayor sabor, consumir ajo es recomendable para prevenir algunos problemas de salud. Se trata de un nutriente que contiene gran cantidad de vitaminas A, B1, B2, B3, C y E. Además, tiene propiedades antisépticas, fungicidas, bactericidas y depurativas, y un poder antioxidante, lo cual es perfecto para eliminar la retención de líquidos, sobre todo la que se da en verano.
El ajo funciona como antinflamatorio, porque aumenta las defensas del cuerpo, mejorando así la circulación sanguínea y evitando por completo la Hiperlipidemia (cantidad de grasas en la sangre). Por otro lado, dentro del pequeño diente, podemos encontrar factores esenciales para el cuerpo humano como es el agua, fibra, potasio, proteínas, fosforo, hierro y sodio.
Existen gran variedades de recetas que pueden prepararse con ajos como ingrediente principal pero si queremos hacer provecho de sus propiedades es importante saber que dependiendo de su consumo las propiedades pueden limitarse y ser menos beneficiosas. Por supuesto que consumirlo al natural dará mayores resultados que consumirlo procesado, frito o cocido.
Adaptando la Agricultura Saludable y Autosuficiente a la realidad de las personas.
Leandro Becerra.