Revista Religión

¿Por qué es bueno esperar?

Por Frabreum @FRABREUM

¿Por qué es bueno esperar?“¿Por quécrearía Dios toda esta energía sexual en mí, si no me permite desahogarmecuando yo quiero?”
Esta es laargumentación más frecuente que escuchamos por parte de los adolescentes,cuando les hablamos de esperar hasta casarse para iniciar una vida sexual.
Enrealidad, esta es una pregunta muy válida, ya que el deseo sexual no esabstracto, sino más bien una presión latente en cada ser humano, y es por estarazón que es importante orientar a los adolescente y jóvenes adultos en estetema.  Una de las principales razones porlas cuales los seres humanos no deben obedecer ciegamente a sus impulsossexuales, es que por naturaleza el ser humano es un ser integral y como taldebe tomar en cuenta, de forma responsable, los aspectos biológicos,emocionales y sociales de su sexualidad. El acto sexual no es, en ningún caso,un acto aislado sin consecuencias emocionales y sociales como lo es el comer unemparedado.
Lasexualidad es un mecanismo muy complejo que fue creado por Dios para satisfaceruna serie de necesidades inherentes al ser humano en tiempos determinados de suvida y bajo circunstancias específicas, a fin de lograr un equilibrioindividual y social.  El adolescente,instruido de forma responsable por sus progenitores o encargados, será capaz deelegir su bienestar integral presente y futuro ante la posibilidad de unmomento de placer físico.
A pesar delanálisis anterior, generalmente las personas se hacen preguntas tales como:¿Por qué es tan atractivo el sexo? ¿Por qué la gente piensa tanto en él y por quése dejan llevar por el deseo sexual? ¿Por qué parece que el deseo sexual es mucho más poderoso que la fuerzade voluntad? Para dar respuesta a algunas de estas interrogantes podríamosrecordar la analogía que hace el autor Tim Stafford en uno de sus librosdirigido a jóvenes: “cuando construimos una casa, podemos observar cómoprimeramente se instalan las bases, luego se levanta el armazón yposteriormente viene un electricista y entreteje una red de alambres por todoel esqueleto de la casa, finalmente se terminan las paredes y son debidamentepintadas, ahora los alambres ya no se observan. Una vez que la casa estuvo lista la compañía de electricidad conectó esared de alambres a la corriente.  Depronto todos esos cables cobraron un significado enorme.  Y aunque no se podía ver ningún cambio, pueslos alambres seguían escondidos, la casa sirvió para algo más que simplementecubrirnos de la lluvia.”
Lasexualidad es algo parecido, biológicamente nuestro potencial fue entretejidoal nacer. Tenemos los órganos apropiados, y tanto hombres como mujeres tienenlas hormonas necesarias. Sin embargo, para la mayoría de las personas, lasexualidad no significa mucho hasta que se llega a la pubertad.  Es entonces, cuando esa red de cables seconecta a la corriente.  De pronto, elsexo se convierte en un poder activo. De ahí, que algunos no pueden esperar,porque se imaginan que sería un desastre perderse la experiencia sexual.  No obstante, en general, todo ser humano ensu intimidad emocional, desea algo más que la mera relación física del actosexual, más allá de este acto añora una pareja que satisfaga su necesidademocional de amar y ser amado, con quien eventualmente compartirá su vida.
Por lotanto, el acto sexual en sí conlleva una serie de repercusiones emocionales ysociales que exigen compromiso. El acto sexual sin compromiso puede resultar entransmisión de enfermedades, embarazos no deseados, y personas emocionalmentelastimadas.  El acto sexual saludable esaquel que se circunscribe al matrimonio fundamentado en el respeto y la entregamutua,  ya que este es el único vínculoque conlleva el grado de compromiso necesario para que las relaciones íntimasse desarrollen de forma positiva para el individuo y la sociedad.
Hoy día, lapresión que reciben nuestros adolescentes, desde diferentes grupos,  es muy agresiva.  Desde temprana edad los individuos seencuentran inmersos en un bombardeo constante de información que explota la sexualidadhumana, fomentando el hedonismo, el consumismo, y el libertinaje como pautassociales no solo aceptadas, sino también deseadas. Es por esto que es de vitalimportancia que los padres tomen un rol activo en la educación sexual de loshijos, fomentando en ellos  verdaderosvalores y una actitud responsable en cuanto a su sexualidad, enfatizando lasposibles consecuencias que puede tener el llevar una vida sexualmente activafuera del compromiso del matrimonio, y advirtiéndoles que aún cuando en laadolescencia se alcanza la madurez física o de reproducción; la madurez emocional,social, intelectual y ética, necesaria para canalizar positivamente nuestrasexualidad,  se alcanza en etapasposteriores de la vida, ya que requiere de gran esfuerzo, responsabilidad, buenjuicio y autocontrol.
Actualmente,el término “relaciones sexuales responsables o sin riesgo” es ampliamenteusado, bajo el supuesto de que basta con usar métodos anticonceptivos o deprotección como el condón, para tener relaciones íntimas responsables; sinembargo, esta posición no advierte enfáticamente que la protección que ofrecenestos métodos contra embarazos no deseados y enfermedades tales como el SIDA,no es totalmente confiable, tal como lo revelan numerosos estudios. Así tambiénes simplista en cuanto excluye el aspecto emocional y el aspecto social del encuentroíntimo.
Recuerdeque el comportamiento sexual responsable tiene como base la fidelidad, elcompromiso y la madurez,  y por lo tantodebe darse dentro del contexto del matrimonio. Aún cuando requiere de granautocontrol, responsabilidad y disciplina, el comportamiento sexual tal como lohemos definido, es una de las principales fuentes de satisfacción emocional, ysienta las bases para una relación de pareja saludable y duradera. ¡Vale lapena esperar!Fuentes:Enfoque a la Familia

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