¡Hola gente! Sé que ya estamos a principios de Mayo (hace más de mes y medio que comenzaron las clases en general) pero bueno, recién ahora puedo publicar una entrada como esta. Yéndonos de tema con la literatura hablemos de algo que todos en algún momento pasamos y/o vamos a pasar. Pasar de la secundaria a la universidad, un cambio radical. Un giro de 360° en nuestras vidas. Y no lo estoy diciendo exagerando, así es.
Antes que nada quiero aclarar una cosa. Esta es mi opinión y una manera de descargarme por todo lo que ha estado pasando en mi vida últimamente y el como me siento con respecto al no poder escribir en el blog. Y nada más, espero que sea una entrada interesante para ustedes y no les aburra.
Después de todo lo emocionante que fue terminar la secundaria, yo no quería nada más que empezar la universidad y este nuevo mundo a pesar de todos mis miedos. La carrera que estoy estudiando es Edición y ya que se puede empezar a cursarla sin haber aprobado el CBC mis clases comenzaron antes de lo previsto.
Las primeras semanas fue tranquilo, me asusté a la hora de tomar apuntes porque no era algo que estaba acostumbrada pero por lo demás bien. Lo primero que se nota en un cambio profundo de la secundaria a la universidad es EL SILENCIO. Dios mío, si estábamos completamente acostumbrados al ruido constante de un aula llena de adolescentes gritando cuando el profesor estaba explicando acá no suena ni el ruido de una mosca y eso me encantó.
Cómo decía, las cosas fueron bien mientras cursaba una materia sola. Cuando se les agregó a mi carga horaria las del CBC mi tiempo se esfumó. Así como así. Más cosas para leer, menos tiempo para leer aquello que quiero, mirar las series que quiero, juntarme con mis amigos, etc. ¿Y ahora? Ahora que estoy cerca de los parciales creo yo que debo dejar de lado un poco mis lecturas favoritas para estudiar.
Lo principal que recomiendo es no hacer lo que yo hice: volverse locos. No se vuelvan locos. Jesús, me desesperé y volví loca al ver que no tenía tiempo y no llegaba a leer lo que tenía que leer para la clase siguiente. ¿Qué es lo que pasó? Trate de seguir mi vida normal pero a la par de la facultad y no se pudo. Claro que no se pudo, es imposible hacer todo lo que uno hacía mientras iba a la secundaria ahora que uno va a la universidad. Son mundos completamente diferentes y la universidad necesita más tiempo y atención.
Gracias a mi tonta decisión comentada en el párrafo de arriba me atrasé dos semanas de lecturas para la facultad. Jesús, ahora puedo decir que me puse más o menos al día pero aún estaría cantando victoria antes de tiempo. Me confié y así me fue. Nunca más.
Con respecto al blog y no tener tiempo es algo que me desespera. Les juro. Cuando anteriormente subía varias entradas a la semana ahora estoy subiendo una cada dos y eso no puede ser posible. Bueno, teóricamente lo es, es posible porque es lo que está pasando. Pero bueno, hasta que no pase los parciales o así no creo que pueda volver con esa tremenda actividad al blog. A menos que suceda un milagro.
En fin, el cambio de la secundaria a la universidad es un cambio muy grande. Es un ambiente más profesional y respetuoso que en la secundaria, claramente. Y el hecho de empezar a estudiar temas que a uno le gusta lo hace más interesante y no sé, no sé como explicar lo cómoda que me siento con este nuevo ambiente. Reconozco de todas formas que extraño terriblemente el tiempo que pasaba con mis compañeros, las risas y pasar todas las mañanas con mis amigas, por supuesto. Pero la vida sigue y nuevas etapas comienzan, como ésta y uno tiene que acostumbrarse y adaptarse.
Quizás es por eso que no tengo tiempo o siento que no lo tengo, porque me falta adaptarme. Espero poder hacerlo y volver al blog semanalmente aunque sea, porque lo extraño y porque es una parte de mí.
A todos aquellos que comenzaron la universidad como yo: ¡Suerte! Que no decaiga.Y a los que siguen en el colegio:¡Disfruten y no se quejen! Que después lo van a extrañar.
Besos enormes,