El origen del año bisiesto hay que encontrarlo, como en otras tantas cosas de nuestra cultura, en el Imperio Romano. El emperador Julio César pudo conocer en uno de sus viajes a Egipto la eficacia del calendario que los faraones allí empleaban: tenía una duración de 12 meses, que comenzaba con el solsticio de verano y finalizaba un año después simultáneamente con el nuevo ciclo solar.
Admirado por la eficacia de dicho calendario, decidió encargar al astrónomo Sosígenes de Alejandría la creación de un calendario que imitase al egipcio. Este calendario fue denominado Juliano, y fue implementado en todo el imperio en el año 46 a.C. Al igual que el egipcio,el calendario Juliano estaba basado en los ciclos del sol, y fechaba las estaciones y las fiestas romanas con el momento astronómico en que sucedían. Por ello, se dividió el año en un total de 12 meses y 365 días, que era el tiempo que calculaban que el sol tardaba en dar una vuelta completa a la tierra.
Este es el calendario egipcio en el que se basaron los romanos. Fue el primer calendario basado en los ciclos del sol
Pronto se vio una dificultad: el ciclo solar no duraba exactamente 365 días sino un poco más. Ello provocaba que los meses acabasen sin coincidir con sus ciclos astronómicos. Inicialmente, los matemáticos y astrónomos romanos implantaron un día adicional que debía añadirse al mes de febrero. Pero dicha cifra no corrregía suficientemente el desfase, por lo que en el año 10 a.C César Augusto implantó el año bisiesto tal y como lo conocemos nosotros: un día adicional cada 4 años. Para corregir el desfase provocado inicialmente, el nuevo calendario no empezó a correr hasta el 44 d.C.
Sin embargo, ahí no se acabó el problema: el calendario romano consideraba que el año tenía una duración de 365,25 días, lo que se corregía como ya hemos dicho introduciendo cada 4 años un nuevo día. Pero el calculo exacto del ciclo solar es de 365,242216 días, por lo que con el paso de los años se había ido produciendo paulatinamente un desfase entre los ciclos astronómicos y el calendario romano de 0.007784 días por cada año transcurrido.
El problema no fue detectado hasta bien entrado el siglo XVII. Por aquel entonces, el calendario se había "corrido" hasta 11 días, por lo que la Pascua y demás celebraciones religiosas no coincidían exactamente con su posición con respecto al sol. Para corregir éste defecto, el Papa Gregorio XIII ordenó sustituir el calendario romano originario por uno nuevo llamado en su honor "calendario Gregoriano", el cual rige hasta nuestros días. Para ajustarlo al sol, se adelantó la cronología del calendario -que desde el Concilio de Nicea se computaba desde el nacimiento de Cristo- un total de 11 días. Además, se instauró una nueva regla adicional a la inclusión del año bisiesto: De todos los años divisibles entre 100 ninguno sería bisiesto, a excepción de los que fueran divisibles entre 400. Por esa razón el año 2000 no fue bisiesto.
Bula "Inter Gravissimas" por la que el Papa Gregorio XII instauró el calendario que rige hasta nuestros días.
Esta complicada regla permite ajustar correctamente el calendario, pero no de modo perfecto: a pesar de las correciones, se sigue produciendo un minúsculo defase de 26 segundos al año, por lo que al cabo de 3300 años el calendario se vuelve a descolocar un día. Por fortuna aún queda demasiado tiempo como para que nos tengamos que preocupar de ello.
Fuentes
- En la wiki: año bisiesto, 29 de febrero, calendario juliano y calendario gregoriano
- Dos artículos de muyinteresante: ¿desde cuando existen los años bisiestos? y ¿por qué existen los años bisiestos?
- Interesante artículo de explicame.org
- Los nacidos en años bisiestos, de el nuevoherald.es