¿por qué fabrican armas?

Si quieren ser felices es mejor que no intenten responder a la pregunta del título. Ni se les ocurra, por dios. Es como si fuera innato al comportamiento humano; como si la personalidad del hombre no hubiera evolucionado en muchos aspectos. Desde el primer crimen de Atapuerca hasta el futuro y más allá seguiremos preguntándonos lo mismo. Desde una piedra, a la pistola desintegradora de las películas de Ciencia Ficción. Hay preguntas que mejor no contestar si buscamos algún atisbo de felicidad. Porque si algo sugiere preguntas como éstas (y encontrarán cientos de ellas si se paran a encontrarlas) es la fragilidad sobre la que se mueve el concepto de felicidad. No es cuestión de ser un "aguafiestas" por así decirlo, es cuestión de apreciar la dificultad de moverse por definiciones peligrosas, emocionalmente hablando. No se torturen si se es consciente de que se mira para otro lado por tal de tener algo de eso que llaman "ser feliz", porque el cerebro no distingue de esas paradojas. "Ojos que no que no ven, corazón que no siente" -dicen-, y por tanto, el corazón es importante para ser feliz, y por consiguiente, también los ojos según el refrán. Si crías cuervos, ya sabes que te ocurrirá, así que es mejor dejar preguntas sin contestar que contestarlas, y por culpa de los negativos, supender en el balance total. Valga la analogía con los test para una oposición, porque, en definitiva, la felicidad es como tal, un custionario de conceptos que uno debe desglosar sin dejarse mucha piel en ello. Al final, y a pesar de esos pequeños inconvenientes planteados en forma de preguntas, tal vez, y digo tal vez, alguno podremos disfrutar de ratos alegres y divertidos. A pesar de todo.