
El mercado gamer en Chile se consolida, impulsando la compra de consolas de última generación que superan el medio millón de pesos. Sin embargo, conectar estas máquinas potentes a la pantalla incorrecta puede ser un error costoso. La tecnología inorgánica de Samsung se posiciona como el estándar de oro para los e-sports, ofreciendo resistencia al desgaste y una fluidez competitiva.
Ser gamer en pleno 2025 ya no es un pasatiempo de nicho; es un estilo de vida y, para muchos, una inversión considerable. Así, los usuarios chilenos están invirtiendo sumas importantes en hardware capaz de correr gráficos hiperrealistas. Pero muchas veces se olvida contar con el equipo clave para visualizar los juegos, el televisor.
De nada sirve tener la consola más rápida del mundo si la pantalla actúa como un cuello de botella o, peor aún, si el hábito de juego termina dañando irreversiblemente el panel. Aquí es donde la durabilidad de la tecnología de visualización se vuelve crítica.
El peligro de los HUDs y el ‘Burn-in’
A diferencia de una película, donde la imagen cambia constantemente, los videojuegos tienen elementos fijos conocidos como HUD (Heads-Up Display). Mapas, barras de vida, velocímetros, inventarios de armas o marcadores de fútbol permanecen en el mismo lugar de la pantalla durante horas, a veces con colores muy brillantes y contrastados.
En televisores con tecnología orgánica (OLED), estos elementos estáticos desgastan los píxeles de esa zona específica más rápido que el resto, creando el temido «burn-in» o quemado de pantalla. Es una cicatriz digital que queda para siempre en el panel.
La tecnología Real QLED de Samsung aborda este problema desde la química de sus materiales. Al utilizar Quantum Dots inorgánicos, la pantalla no sufre degradación por calor o luminancia estática. Esto crea una zona segura para el jugador: puede participar en una raid de 6 horas o jugar un torneo de FIFA todo el fin de semana sin la preocupación latente de que el marcador del partido quede grabado en su TV nueva. Samsung aborda el riesgo de burn-in con distintas soluciones según el tipo de panel. En el caso de OLED, este efecto se mitiga gracias a un stack de 5 capas OLED, que permite aumentar el brillo sin elevar el consumo energético: cada capa trabaja a menor intensidad, lo que extiende la vida útil del panel y reduce significativamente el riesgo de retención de imagen. A esto se suma el sistema ABL (Auto Bright Limiter), que evita la sobreexposición prolongada de zonas extremadamente brillantes.
Por su parte, Real QLED asegura una experiencia visual superior gracias a un volumen de color del 100% y un rango de color extendido, entregando imágenes estables y vibrantes incluso en sesiones de juego prolongadas. Así, los jugadores pueden enfrentarse a largas raids o torneos de fin de semana completo con la tranquilidad de que su pantalla mantendrá su calidad en el tiempo.
Velocidad y fluidez
La durabilidad es solo la mitad de la historia; la otra es el rendimiento. Los títulos modernos exigen una tasa de refresco de hasta 120Hz (120 imágenes por segundo) para que la acción se sienta suave y la respuesta del control sea instantánea. OLED ofrece tasas de refresco de hasta 165Hz.
Los modelos QLED han integrado puertos HDMI 2.1 avanzados y tecnologías como Motion Xcelerator Turbo+, diseñadas específicamente para manejar este caudal de información sin «tearing» (cuando la imagen se corta a la mitad) ni «stuttering» (tartamudeo de la imagen).
«El perfil del gamer chileno ha madurado. Ya no busca solo tamaño, busca especificaciones técnicas precisas. Sabe lo que es el input lag y sabe que un milisegundo de retraso puede significar perder una partida online», comenta Danilo Muza, Master Trainer Televisión y Audio en Samsung Chile.
El ejecutivo destaca una herramienta clave en esta línea: «Hemos incorporado la Game Bar en nuestros televisores QLED. Es un menú dedicado que permite al jugador ver a cuántos cuadros por segundo está jugando, ajustar la relación de aspecto de la pantalla en tiempo real (para simular un monitor ultra-ancho) y verificar la latencia. Y lo más importante: ofrecemos esto con la garantía de que el panel no va a sufrir retención de imagen. Es un televisor blindado para el uso intensivo».
Certificación gamer
La apuesta de Samsung por este segmento incluye la certificación AMD FreeSync Premium Pro, una tecnología que sincroniza la tarjeta gráfica de la consola con el panel del televisor, garantizando que cada cuadro se muestre en perfecta armonía y también certificación G-Sync de Nvidia, incluso en alto rango dinámico (HDR).
En un mercado donde el hardware de juegos es cada vez más caro, la propuesta de Real QLED es clara: proteger esa inversión asegurando que la pantalla, que es la ventana a esos mundos virtuales dure tanto como la pasión del jugador.
Quienes busquen experimentar esta calidad de imagen, pueden encontrar los modelos Real QLED en grandes tiendas y directamente en Samsung.com
