¿Por qué me gusta la fantasía?

¿Te gustan los magos, los dragones y las brujas? ¿Y qué me dices de los elfos y otras tantas especies que no habitan en nuestro mundo? Entonces eres de los míos: un apasionado de la fantasía, como debe ser. ¿Te quedas y hablamos un poco sobre ella?

¿Tenemos claro qué es la fantasía? Es una pregunta un poco tonta, pero, ¿alguno seríamos capaces de definirla de forma precisa? Yo creo que me perdería entre tantas emociones que me evoca. Por ello he acudido a una enciclopedia al azar —Wikipedia— y he consultado qué decían sobre ella: «es un género artístico de ficción en el cual los elementos principales del argumento son imaginarios, irreales y sobrenaturales». Pues no es mala explicación, ¿verdad?
Otra cosa que os tengo que confesar es que yo soy muy malo en esto de los géneros. Me cuesta bastante delimitar. Demasiadas etiquetas y subetiquetas nos tenemos que aprender. Por ello, cuando empecé a preocuparme no ya de leer, sino de saber qué estaba leyendo, me costaba horrores diferenciarla de la ciencia ficción. Por ello vamos a volver a acudir a nuestra fuente inagotable de datos para poder ver qué dice sobre este otro género: «es un género especulativo que relata acontecimientos posibles desarrollados en un marco puramente imaginario, cuya verosimilitud se fundamenta narrativamente en los campos de las ciencias físicas, naturales y sociales».
Como vemos, básicamente la diferencia es que los sucesos sobrenaturales que ocurren en las novelas de fantasía son causadas por poderes, magia o elementos similares, mientras que en las de ciencia ficción son derivadas de el desarrollo científico y tecnológico.
Una vez tenemos esto claro pasemos a la siguiente fase: ¿Por qué me gusta la fantasía?


No es que me guste, es que me encanta. Podría decir sin dudar que es mi género favorito. Esto es así porque me encanta que me hagan viajar a un mundo ajeno al humano, totalmente creado y desarrollado en la cabeza del escritor. Habitado por criaturas que no somos únicamente nosotros. Además, hay magia. Las cosas no son simplemente porque sí, sino que un conjuro puede alterarlo todo. Me parece que no tiene igual perderse por tramas como esta. Me hacen volver a soñar como un niño.

Si vemos la evolución de la fantasía a lo largo del tiempo podemos observar como en pocos años ha pasado de ser un género nicho para frikis a uno de grandes masas. Hay dos claros culpables de este cambio: El señor de los anillos y Canción de hielo y fuego. 
La adaptación de Jackson fue el primer paso para que los enanos no nos recordasen únicamente a las aventuras de David el Gnomo. Los magos dejaban de ser cosas para niños y gente rara, para pasar a convertirse en las películas que todo el mundo esperaba. Fue uno de los primeros elementos que hizo que los frikis no estuviésemos tan mal vistos —aunque creo que el paso definitivo lo dio Nintendo con la Wii—.
¿Y qué puedo decir de la obra de George R. R. Martin? ¿Y de su adaptación a serie? Game of thrones se ha convertido en un fenómeno de masas. Es el producto televisivo más descargado año tras año; arrasan en cada edición de los Emmys, figuras, peluches, y todo tipo de merchandising está disponible en casi todas las grandes tiendas. ¿Quién no sabe quiénes son Jon Nieve o Tyrion Lannister?

Esto me lleva al siguiente punto: ¿Qué considero fantasía buena? Seguro que si buscas en internet habrá cientos de páginas en los que hablen de técnicas narrativas, requisitos y miles de cosas que a la hora de valorar una novela, realmente, no importan a nadie. Cuando yo leo una obra de este género solo busco una cosa: que me lo pueda creer. Me es indiferente que hayan dragones, hidras o magos, lo importante es que en su contexto no choque al lector. Que le parezca natural que eso sea así. Por suerte, pocas novelas me encuentro que me parezcan increíbles.

Como os decía anteriormente, es mi género favorito, lo que implica que sea del que más novelas haya leído hasta el momento. Sin embargo, si echo la vista hacia atrás me doy cuenta de que sobre todo me gustan las épicas. Quizás también porque es lo más comercial. No obstante, hay una excepción, El castillo ambulante, una de las mejores obras que he leído nunca y de la que ya hablé en el blog. 
Me sería muy difícil quedarme con solo unas pocas, pero si tuviese que elegir diría que El nombre del viento, El color de la magia y Tormenta de espadas son tres de mis novelas favoritas. Si queréis saber por qué os dejo el enlace al TOP que hice hace unos meses.
Como curiosidad, quería contaros que, a pesar de que sea mi género favorito, es el que más dificultades me pone a la hora de escribir. Me cuesta mucho. Por ello me doy cuenta de que tiene un mérito inconmensurable hacerlo.
¿Tú que piensas de la fantasía?
@CarBel1994