Podemos afirmar que cada vez más, tener un trabajo es tener un tesoro. Digo esto por la escasez de puestos de trabajo que la situación actual nos ofrece. Sin embargo, aunque parezca mentira, esto no significa que candidatos no sigan rechazando puestos de trabajo que les ofrecen. Las razones son varias… e intentaré analizar unas cuantas en este post.
Durante una buena parte de mi trayectoria profesional, he trabajado en el área de selección en diversas empresas, un área que me apasiona y de la que nunca me he querido desvincular en mayor o menor medida. Basándome en mi experiencia voy a intentar dar mi opinión sobre los motivos que le lleva a un candidato a rechazar una oferta de trabajo que se les propone a ellos.
No podemos olvidar que a la hora de rechazar un puesto de trabajo debemos diferenciar entre las personas que tienen un trabajo actual de las personas que están en desempleo en busca de una nueva oportunidad laboral. Cuando uno tiene un trabajo, por muy mal que se puede encontrar parte de otra posición, debido a que no tiene tanta necesidad a priori, se puede permitir elegir más o presionar más.
Por el contrario, las personas que buscan trabajo estando desempleadas están en una posición diferente y deben pensar bien si rechazan un puesto de trabajo que les ofrecen. Para este colectivo, algunas personas les recomiendan que es mejor que comiencen a trabajar aunque no sea un trabajo que les llene y a partir de ahí buscar otro mejor. Pero las recomendaciones no acaban ahí… También hay quienes dicen que solo acepten un trabajo que les convenza y que cumpla sus expectativas.
Mi postura es un término intermedio. No creo que porque una persona este sin trabajo deba aceptar la primera oferta que tenga a pesar de que las condiciones sean usureras. Cada persona debe marcar sus mínimos por debajo de los cuales no aceptará un puesto de trabajo porque atenta su dignidad. Lógicamente estos mínimos deben ser objetivos, partiendo de nuestra experiencia, competencias, situación actual de sector, bandas salariales actuales de nuestra ocupación y algunas otras consideraciones. No podemos olvidar que las empresas también os necesitan y si aceptáis unas condiciones muy por debajo de las que son adecuadas eso no significa que os vayan a exigir mucho menos. Lo mejor es intentar ser flexible y negociar, es decir, aceptar unas condiciones a medio camino entre vuestras expectativas y las condiciones de esa compañía, para una vez que demostréis vuestra valía se materialice una mejora pactada. Esta matización era necesaria.
Volviendo al tema principal que abordo en este post puedo decir que uno de los motivos principales por los que los candidatos rechazan una oferta de trabajo es la remuneración a percibir por ese puesto en la nueva compañía.
Partamos de la base que la crisis ha dejado sin trabajo a muchos. Esto supone que las empresas tienen una gran oferta de candidatos. Esto conlleva automáticamente, que ciertos puestos que antes tenían un salario X, ahora lo tengan más bajo, a veces, considerablemente.
Todos trabajamos por dinero y siempre nos parecerá poco lo que nos paguen. Cuando uno tiene trabajo y quiere cambiar de empresa, al menos quiere cobrar lo mínimo que está cobrando en su trabajo actual. Por otro lado, cuando uno busca trabajo estando desempleado quiere encontrar un trabajo con un salario igual al de su última experiencia laboral. Algunos candidatos solo basan su decisión de aceptar o rechazar un trabajo en función del salario a percibir y olvidan ver la oferta desde una perspectiva global. Recuerdo más de una ocasión en la que algunos candidatos decidían cambiar de compañía por 1000 euros brutos al año más que eso realmente no supone excesivo incremento en la nomina mensual. Otras veces candidatos que tenían situaciones muy complicadas en sus compañías actuales también rechazaba ofertas de trabajo en las que les ofrecía el mismo salario que tenían en su posición actual. Recuerdo el caso de un candidato que tras rechazar la oferta de empleo que le hicimos, llamó al mes porque había cambiado de opinión, lógicamente la posición estaba ocupada ya.
Otro de los motivos por los que muchos candidatos rechazan una oferta de trabajo en firme es por la reputación o fama de esa empresa en su sector. Las personas cada vez más le dan importancia a la evolución de las empresas respecto al trato que dan a sus trabajadores. Internet es una potente herramienta para las personas de cara a peguntar a anteriores trabajadores de una compañía sobre su experiencia en esa empresa. Si una empresa trata a su talento de forma inadecuada lo puede ocultar durante un tiempo limitado porque al final todo sale a la luz. Cuando una empresa tiene excesiva rotación no es casual y siempre tiene diversas razones detrás que se deben investigar. También conozco casos de candidatos que han aceptado una oferta de trabajo siendo conscientes de la fama de esa compañía, por una razón: veían el trabajar en esa empresa como un rodaje para adquirir experiencia que les abriese otras puertas.
La falta de concreción de las funciones a desempeñar en la nueva posición, la composición del departamento, el responsable directo que nos tocará… son otras de las razones por las que se puede llegar a rechazar un empleo. Aquellos candidatos que ven la globalidad de la oferta valoran mucho los detalles del puesto de trabajo a realizar. También prestan importancia al equipo humano con el que tendrán que colaborar, organización interna de ese departamento, etc. Recuerdo un caso de una candidata excelente que era conocedora de la rotación que se había producido en esa posición a la que optaba en breve tiempo y pregunto abiertamente sobre los motivos. Al no dársele la explicación que buscaba y percibir un ambiente extraño de parte del que sería su responsable directo decidió rechazar la oferta a pesar de que las condiciones eran muy buenas. En ese caso en concreto su responsable directo era una persona de trato difícil con la que trabajar no era ni mucho menos fácil, aunque está claro que imposible no han nada en esta vida.
Otro de los motivos que más llevan a las personas a rechazar una oferta de trabajo en firme son las posibilidades de desarrollo profesional dentro de la compañía. Las personas cada vez quieren evolucionar y desarrollarse en su área profesional. En las entrevistas de trabajo es común que ahora los candidatos quieran que se les detalle el plan de carrera de esa empresa concreta con detalle y para el tipo de puestos de trabajo que ocuparía. Recuerdo el caso de un candidato con mucho potencial y una preparación a conciencia que valoraba mucho las posibilidades de promoción interna y de recibir planes de formación específicos. La compañía que le ofreció la posición no tenía desarrollados estos aspectos en sus políticas y decidía en estos aspectos sobre la marcha. Este candidato decidió rechazar la oferta sin ninguna duda. Muchos candidatos tienen claras cuáles son sus prioridades, esto me parece perfecto porque uno debe tener claro lo que quiere conseguir en el ámbito profesional y luchar por ello.
El último motivo del que voy a hablar es el de ofrecerles una posición diferente a su puesto de trabajo actual, es decir, rechazan ocupaciones similares o afines dentro de su sector. Suelen ser candidatos muy especializados y con pasión por su posición. Me viene a la memoria un excelente candidato que había ocupado puestos de director comercial en ámbitos internacionales y se le hizo una oferta para ocupar un puesto de director comercial para el mercado nacional y rechazo la oferta porque pensaba que su aportación a la empresa sería satisfactoria en el campo que dominaba, la exportación y no tanto en el mercado interior, que se movía por otro tipo de habilidades.
Soy consciente que me dejo muchos motivos por los que los candidatos han rechazado alguna oferta de trabajo en firme. Me gustaría dejar las siguientes preguntas para que reflexionéis y debatamos entre todos: ¿Por qué motivos habéis rechazado algún puesto de trabajo? ¿Os habéis arrepentido de rechazar esos puestos de trabajo?
Cada persona es libre de decidir lo que estime más adecuado para su carrera profesional siempre que asuma las consecuencias de esa decisión sin olvidar su situación actual.
Yo tengo claro que uno tiene que tener claro qué tipo de puestos de trabajo no debe aceptar. Recuerdo que en mi periodo de búsqueda activa de empleo rechacé algún puesto de trabajo porque no era lo que buscaba y, es más, me ofrecían un puesto que no tenía nada que ver con lo que luego tenias que desempeñar. Visto desde la lejanía, estoy convencido que fue una muy buena decisión. Está claro que también este tipo de decisiones dependen mucho de nuestras circunstancias personales, familiares y económicas.