Decálogo de 10 motivos por los que el cine español no triunfa en las salas extraídos del artículo homónimo de Román Gubern publicado en El País en febrero de 2008:
Román Gubern / PÚBLICO.ES
1. La Unión Europea alberga sólo cinco potencias audiovisuales relevantes: Francia, Reino Unido, España, Alemania e Italia. 2. El cine español arrastra cierto descrédito cultural, en parte como inercia de la actitud de las élites ante este cine durante el franquismo y del acusado y original perfil identitario de películas que reflejaban de modo ejemplar una España atávica y diferencial barrida, felizmente, por la modernización económica, política y de costumbres de nuestro país. 3. El Ministerio de Cultura, alentó con subvenciones el cine de autor y dignificó la producción, pero la alejó del gran público. 4. La hegemonía de las majors norteamericanas sobre el mercado español (que ocupan en torno al 70% de su cuota) se ejerce de modo coercitivo mediante la imposición de la contratación por lotes ejerciendo el proteccionismo en su país y el mercado abierto en el exterior e incumpliendo aquí las normas antitrust. A este dominio se le añade nuestro regalo del idioma mediante el doblaje. 5. Cada año el cine español obtiene unos poquísimos grandes éxitos y una multitud de fracasos. Y cuando faltan estas locomotoras, la cuota de mercado del cine español se hunde 6. En los últimos años la producción española parece excesivamente abultada en relación con su mercado nacional (comparada con Francia, Inglaterra, Italia o Alemania). La calidad puede quedar sepultada por una hiperproducción ante la que los juicios de la crítica son irrelevantes: menos del 8% de los espectadores se orientan por las críticas profesionales. 7. La presencia del cine español en los mercados exteriores es insuficiente y continúa siendo un gran desconocido. 8. Aunque la producción actual está bastante diversificada, las preferencias del público español siguen este orden: acción/aventuras, intriga, ciencia-ficción y comedia romántica. Este esquema, muy acorde con la oferta norteamericana. 9. En la última década el cine ha declinado en Europa como signo de identidad cultural nacional, frente a otras actividades de masas, como el deporte. 10. A la vez se ha producido un rápido declive de su centralidad en las salas públicas. Se ha pasado del cine en butaca al cine en el sofá, y se está generalizando la práctica de bajar películas a través de Internet.