Revista Atletismo

¿Por qué nos duele el cuerpo en las vacaciones?

Por Infowod

Una vez terminada la época de vacaciones y después de haber disfrutado de nuestro merecido descanso, volvemos con más ganas de afrontar nuevos retos y las programaciones con burpees y calorías de assault bike.

Algunos se olvidaron totalmente del entrenamiento y la comida sana y se dedicaron a la “buena vida”, otros, sin embargo, se dedicaron a entrenar (con menos intensidad) con el material que poseen o directamente buscaron boxes, ya que no pueden desconectar del todo.

Sea cual sea la variante de cada uno, siempre se llega a misma pregunta: es irme de vacaciones y empezar a dolerme todo el cuerpo, ¿por qué?

La respuesta a esta pregunta tienes dos partes: una psicológica, debido al estrés que estamos sometidos en nuestra vida cotidiana (horarios, trabajo, estudios, exigencia en el entrenamiento…), y otra fisiológica, debido a la activación de los puntos gatillo, movimientos erróneos, falta de estiramientos…

Efectos psicológicos

Lo primero y más básico es buscar el significado de estrés en el diccionario para empezar a comprender de lo que vamos tratar y cómo nos afecta.

  • Estrés: estado de cansancio mental provocado por la exigencia de un rendimiento muy superior al normal; suele provocar diversos trastornos en el organismo.

Exigirnos a nosotros mismos el máximo está bien, porque creemos en nuestras posibilidades, pero siempre conociendo o intentando conocer nuestro límite, para que no nos cause problemas en nuestro organismo y eso repercuta directamente en nuestro día a día.

¿Cómo afectan los agentes estresantes al organismo?

Aquí es donde los protagonistas son los sistemas nerviosos simpático y parasimpático.

Cuando estamos estresados, nuestro organismo concentra sus energías y reduce el flujo energético de otras funciones corporales menos necesarias en ese momento para afrontar el problema. El sistema nervioso simpático se activa y libera hormonas del estrés: adrenalina, noradrenalina y cortisona. El organismo se prepara para luchar o para huir del agente estresor. Los efectos fisiológicos a nivel del sistema nervioso simpático son variados y afectan a la digestión, la respiración, la dinámica y la química de la sangre, los nervios, los músculos, las glándulas, los órganos sensoriales, la saliva, las hormonas y las respuestas al dolor y la infección. Todos estos efectos, medidos por el sistema nervioso simpático, preparan al organismo para una vigorosa actividad física.

Cuando nuestro cerebro detecta que el elemento estresor ha desaparecido, el sistema nervioso parasimpático contrarresta los mecanismos activadores del sistema nervioso simpático y restablece el equilibrio. Sentimos que se relaja y se normaliza nuestro organismo, y todas las funciones vitales vuelven a trabajar con normalidad. Entre los efectos directos parasimpáticos que percibimos se cuentan: disminución de los ritmos cardiaco y respiratorio, mejora de la circulación en pies y manos, mejora de la digestión y disminución de la tensión muscular. Estos son los mismos efectos que se obtienen mediante la práctica de la relajación, la meditación y la visualización.

Efectos fisiológicos

Siguiendo el efecto del sistema nervioso parasimpático y su reducción de la tensión muscular, aquí es donde encontramos los dolores musculares que nos surgen en mitad de las vacaciones.

Estos dolores suelen ser producidos por nuestra culpa, por la falta de cuidados que no nos damos. No le dedicamos el tiempo suficiente a la movilidad o a los estiramientos al acabar o al empezar el WOD, no utilizamos el foam roller que tenemos en el box o en casa y no visitamos a nuestro terapeuta para que nos trate de vez en cuando.

Pero volviendo al tema que nos atañe, los dolores que nos molestan cuando estamos relajados es por el efecto del sistema nervioso parasimpático y la activación de los puntos gatillo de la musculatura en sí.  No es que se activen cuando estamos relajados, que sí están activos, la explicación es que al estar sometidos  a tanto estrés, nuestro cuerpo cubre otras necesidades y deja esos puntos gatillo de lado.

El punto gatillo es donde se concentra el dolor en tejidos musculares o en sus inserciones tendinosas. Son los puntos donde un tejido muscular está más acortado o, como los solemos conocer, nudos o contracturas, y son de origen desconocido pero suelen formarse por sobrecarga muscular.

Como recomendación personal, si el dolor es muy agudo, no está de más tomarse un antiinflamatorio, darse algunas pasaditas con el foam roller y, por supuesto, hacerle una visita al terapeuta de confianza ( fisio, osteópata, masajista…). Y, aunque esté al final, pero no por ello es menos importante,  NO TE OLVIDES DE DISFRUTAR DE TU TIEMPO Y DESCANSO.


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