Por qué sentenciamos 'anestesia de tercera categoría para pacientes del III Mundo: observaciones al protocolo sedación/analgesia... (segunda parte)

En el post anterior realizamos una crítica constructiva global sobre el protocolo de anestesia obstétrica de una reconocida ONG de ayuda humanitaria. A continuación, observaremos individualmente algunos aspectos que, según nuestro humilde parecer, deben ser modificados inmediatamente.
1) "Usar ketamina en sala de partos para sedar mujeres durante procedimientos ginecológicos menores urgentes".
Procedimientos como curetaje uterino por aborto incompleto u operación cesárea (así figuran en el cuadro) no creo que puedan considerarse "menores" (¿lo serán en países desarrolados?). Y, además, éstos requieren anestesia (regional/general) y no sedación/analgesia.
 
2) Cirugías de "semi-emergencia".
¿Qué es una cirugía de "semi-emergencia"? ¿Ocurre en los hospitales de Bélgica? Creemos que quienes elaboraron el protocolo son verdaderamente "semi-anestesistas".
3) "Equipo mínimo y preparación de sala de operaciones".
¡No figuran como parte del "equipo mínimo" el equipo de intubación ni los indispensables tubos endotraqueales! ¡Tampoco relajantes musculares! ¿Cómo vamos a intubar a una gestante para proteger su vía aérea? ¿Con ketamina ydiazepam intramusculares? Es cierto que a veces la realidad supera a la ficción.
4) "Catéter intravenoso" + "inyección intramuscular de atropina, diazepam y ketamina".
¡Por caridad! La pregunta es obligatoria. ¿Para qué administrar esas drogas vía intramuscular si, según el protocolo, tenemos un catéter intravenoso? ¿No recuerdan acaso, estimados colegas, que la absorción vía intramuscular de fármacos puede ser errática y el efecto impredecible?
5) "Sujete a la paciente en la mesa de operaciones (amarre brazos y piernas) porque se producen movimientos involuntarios".
He aquí el paroxismo de la incompetencia en anestesiología. Colegas: la paciente se va a mover porque esa anestesia a base de diazepam y ketamina intramuscular es insuficiente e inadecuada y el dolor intra-operatorio va a ser terrible. Sin mencionar la angustia y humillación para la mujer que surge de la sensación de estar atada a la mesa de operaciones e impedida de defenderse. La incompetencia se puede perdonar, la crueldad jamás.

Estimados amigos de la ONG: Exijo revisen sus protocolos y se libren de los despistados profesionales que los elaboraron y que los defienden.
Estimados colegas anestesiólogos: Alcemos la voz y pongamos fin a esta negligente (por decir lo menos) manera de administrar anestesia en ayuda médica humanitaria.El mundo entero lo agradecerá.